Al grito de “¡Sección 22, por la abrogación!”, miembros de la Coordinadora tomaron de rehenes a trabajadores del recinto legislativo durante tres horas.
Apenas habían transcurrido unos 25 minutos luego de aprobada la iniciativa amlista de reforma educativa (también llamada contrarreforma educativa), cuando los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aparecieron en tropel desde calles aledañas a San Lázaro y comenzaron a cerrar los accesos al Palacio Legislativo.
Los profesores disidentes fueron avisados de la aprobación en comisiones por diputados que pertenecen a la CNTE. Ese es un elemento que se ha hecho claro esta semana: entre los legisladores de la bancada de Morena, los que fueron candidateados a una curul por ser líderes magisteriales disidentes, tienen más lealtad a la Coordinadora que al partido del Presidente.
La segunda toma de San Lázaro en una misma semana se dio con rapidez. Los empleados administrativos del recinto legislativo, en alerta desde la mañana antes esta eventualidad, corrieron hacia las puertas apresuradamente.
“¡Sección 22, por la abrogación!”, fue el grito de los miembros de la CNTE que retumbaba en la calle.
“Esto es un secuestro”, gritaban los empleados administrativos del Congreso de la Unión que eran los principales afectados por la toma en proceso; al parecer sólo unas decenas de diputados había permanecido hasta entonces dentro.
“¡Queremos a cinco diputados a cambio de dejarlos salir de este lugar!”, fue la respuesta del magisterio. Los maestros en la puerta del helipuerto eran un grupo más bien pequeño, pero suficientes para provocar la estampida de quienes querían evitar un encierro prolongado. En el encontronazo entre maestros y empleados de San Lázaro hubo jaloneos y algunos manotazos.
Los maestros amenazaban con dejar encerrados hasta el sábado a quien no lograra salir.
La toma de la Cámara de Diputados originó, como ya se comentó, que los diputados de origen centista se decantaran por el apoyo a las peticiones de la CNTE, pero además hubo otras fracturas en el bloque legislativo mayoritario: Una vez más, el Partido del Trabajo se alejó de la posición de los morenistas, que quieren aprobar la reforma esta semana.
No es que el PT sea bien visto por la CNTE. Reginaldo Sandoval, coordinador de los legisladores petistas, acababa de señalar que “este bloqueo es la consecuencia de votar con la derecha; respetamos a los maestros, debe eliminarse el registro, promoción y las evaluaciones diagnósticas que son de carácter laboral”, señalaba en torno a las demandas oficiales de la CNTE (aunque extraoficialmente se habla de que solicitan miles de plazas durante las negociaciones con autoridades o, de plano, el control de organismos oficiales de educación en estados como Oaxaca y Michoacán.
Pero cuando Sandoval trató de apersonarse con los profesores que bloqueaban los accesos a San Lázaro, nadie de entre los maestros lo vio con buenos ojos y terminó echádolo del lugar.
Luego, el Verde y el PES (aliados de Morena) se sumarían a la oposición para exigir garantías a los trabajos legislativos.
Los profesores disidentes impidieron así sesiones esta semana, pero además, mostraron lo que otros no lograron: pequeñas fisuras en la monolítica hegemonía morenista.
COMISIONES UNIDAS APRUEBAN DICTAMEN EDUCATIVO. Las Comisiones Unidas de Educación y de Puntos Constitucionales en San Lázaro lograron aprobar ayer la iniciativa de la contrarreforma educativa. Con 48 votos a favor, tres en contra y nueve abstenciones se dio el aval en lo general y en lo particular; para las propuestas de modificación a este documento deberá abrirse una discusión en el Pleno de la Cámara, aunque ahora esto queda para fecha incierta.
La reunión de comisiones inició a las 9:16 horas. Hasta allí todo iba bien y Mario Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y líder de los morenistas, aseguró en todo momento el diálogo constante con los maestros de la CNTE, quienes tras enterarse de este dictamen decidieron cerrar los accesos del recinto.
En tanto, el PRI, en voz de Cynthia López Castro, destacó: “Logramos fortalecer las funciones de un órgano evaluador, y lo reiteramos, no puede ser el gobierno juez y parte de un órgano encargado de garantizar la evaluación. Con estos logros podremos afirmar que el proyecto de dictamen que hoy estamos discutiendo es significativamente superior a la iniciativa original del Ejecutivo y es, en buena medida, porque recupera el corazón de la reforma del presidente Peña Nieto. No puedo dejar de señalar que iremos a favor de este dictamen, por la similitud que hay”, dijo López Castro, diputada del PRI y secretaria de la Comisión de Educación.