Peor el remedio que la enfermedad
Como buenos transformadores, la 4T llegó con la espada desenvainada para encontrar los hoyos negros por donde se cuela la corrupción que Andrés Manuel López Obrador quiere erradicar.
Pero aún no se han dado el tiempo de analizar la situación y tomar cartas en el asunto y ya se aprestan a poner remedios que a veces pueden ser peores que la enfermedad.
Esto ha pasado en varios en temas: la cancelación del nuevo aeropuerto, el combate al huachicol, el recorte de seguros y sería el caso, ahora, de la compra de medicamentos del gobierno.
Para tratar de abaratar costos y quitarle poder a los distribuidores que venían ganando las licitaciones, se están lanzando convocatorias internacionales para adquirir medicamentos.
Esto puede derivar en competencia predatoria, ya que un laboratorio extranjero podría bajar precios por debajo de los costos para sacar del mercado a los que dan empleos e invierten aquí.
Lo peor es que esta decisión puede también ser muy peligrosa, pues el control sanitario es justo uno de los puntos nodales en las compras de fármacos, con consecuencias inimaginables.
Algo que AMLO no ha entendido es que los precios de las medicinas se rigen por diversos mecanismos que no necesariamente tienen que ver con el costo en sí o con las utilidades de los fabricantes.
Las modalidades para fijar los precios son diversas y en ello se incluyen facilidades financieras o los descuentos en compras por volumen, la durabilidad de los productos y hasta la estacionalidad.
También es necesario tener garantizada una logística robusta, precisa, amplia y suficiente para hacer llegar los medicamentos e insumos para la salud a todas las clínicas y hospitales oficiales.
Y no se diga del cuidado que requieren muchos medicamentos, como es el caso de temperaturas y resguardos, así como fechas de caducidad de los productos en inventario.
De ahí que algunos deban mantener flotillas grandes, modernas y bien equipadas, bodegas en diversas partes del país y un control exacto de sus inventarios para evitar dejar fármacos caducados.
La conclusión de un análisis profundo es que el problema no está en la compra de medicamentos nacionales, que han probado su calidad y efectividad.
Ilustraciones de Nelly Vega
Más bien en una estructura que concentra por defecto y que permite el no pago y el desorden de inventarios, en detrimento de los pacientes.
Si no, que le pregunten a Luis Antonio Ramírez, del ISSSTE, que heredó una deuda de 25 mil millones de pesos y que acusa carencias de medicinas, igual que el IMSS, de Germán Martínez.
EN LA INVESTIGACIÓN de la Comisión Federal de Competencia Económica hay un actor relevante en las pesquisas por presunta colusión de bancos en la manipulación de precios de bonos del gobierno. Es Alejandro Díaz de León. Y no porque sea el gobernador del Banco de México, institución que también está en las pesquisas del organismo antimonopolios, sino porque en el periodo analizado fungía como titular de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda. En el lapso 2011-2015 precisamente era responsable de la deuda y llevó la relación diaria con los formadores de mercado, léase BBVA-Bancomer, Citibanamex, Santander, HSBC, Bank of America Merrill Lynch, Barclays y JP Morgan, acusados de erigirse en cartel para manejar los “cortos” y “largos” de los valores gubernamentales que a diario compran y venden en el mercado de dinero mexicano. El que Alejandra Palacios entrara a escudriñar ahí fue lo que en su momento encendió a José Antonio Meade, Agustín Carstens y Jaime González Aguadé, entonces secretario de Hacienda, gobernador del Banxico y presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Y EN MÁS del sector financiero, delo por hecho: la Bolsa Mexicana de Valores se está amparando contra las nuevas reglas de la CNBV que entrarán en vigor la próxima semana para que los brokers eliminen los pagos máximos (caps) por operaciones a bancos y casas de bolsa. Y es que la filial del grupo que preside Jaime Ruiz Sacristán y dirige José Oriol-Bosch, esto es SIF, que maneja Gabriel Rodríguez, va a perder mucho volumen de negocios. De por sí este broker ya no aguanta la presión de Remate de Jaques Levy, Enlace de Santiago Urquiza y de GFI de Eduardo de la Garza, que ya traen una participación promedio de 20% cada una. Vamos a ver si las pupilas de Adalberto Palma, Paola Fragoso e Itzel Moreno, vicepresidenta de Valores y directora de Supervisión de Entidades e Intermediarios Bursátiles, respectivamente, se quedan cruzadas de brazos.
CUANDO MUCHO UN mes más se mantendrán como consejeros independientes de Pemex Carlos Elizondo Mayer-Serra y Octavio Pastrana. Ambos, al igual que Teresa Fernández, presentaron sus renuncias semanas atrás. Solo a la última le fue aceptada y se acaba de ir. El secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, pidió a los que quedan unos días más, en lo que se corren las invitaciones a los cinco nuevos consejeros independientes. Apunte el nombre de uno amarrado. Juan José Paullada, ex Procurador Fiscal de Ernesto Zedillo y ahora estratega fiscal de Andrés Manuel López Obrador.
ADIÓS ESPAÑA, HOLA Francia, dirían algunos. Los galos se están empezando a posicionar y fortalecer aquí en los negocios. Tienen buenos padrinos. Los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, tienen mucho arraigo en la Ciudad de la Luz. El desembarque de Aeropuertos de París y Nav Blue en México, como los dos principales grupos que liderarán el proyecto de la nueva terminal aérea en Santa Lucía, se debió en buena medida al apoyo de esos funcionarios. Otro que también los impulsó fue don Miguel Alemán Velasco.