Es momento de ponerle pausa a los conflictos políticos y pensar más allá de lo inmediato. A nivel federal como en el estado hemos entrado a una dinámica que no conviene a nadie.
Duelo de poder
Las diferencias políticas están a la orden del día en el país; a pesar del discurso reconciliador del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los perdones que da y pide el nuevo gobierno, las distancias con algunos sectores parecen ampliarse día a día. En Morelos las cosas no son diferentes, la pugna entre poderes y la falta de rumbo en el estado hanencendido las señales de alerta en una tierra donde la clase política no ha podido superar sus diferencias desde hace cuatro sexenios. La crisis está a la vuelta de la esquina.
La cuarta transformación llegó con un estilo particular de hacer política, de ejercer el poder y de relacionarse con los demás; los nuevos gobiernos empezaron a romper cánones y a establecer prácticas distintas en el ejercicio público, lo cual fue visto con simpatía al inicio, pero comienza a generar convulsiones en varios puntos.
En el caso federal es evidente que el jefe de la nación sigue en campaña, que carece de un plan de gobierno y toma decisiones basadas en una óptica personal, no en un proyecto de país. Para muestras basta revisar lo ocurrido con el nuevo Aeropuerto de Texcoco, la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya; primero se canceló un proyecto multimillonario porque, dijo AMLO, se trataba de un ofensivo acto de corrupción entre los contratistas y la administración anterior. De un plumazo la obra se echó a la basura y se reubicó en la base aérea de Santa Lucía, aunque ahora el Secretario de Comunicaciones ha confirmado que NO existe un plan maestro para desarrollar el nuevo aeropuerto. Por cierto: los mismos empresarios corruptos que estaban en Texcoco se fueron para Santa Lucía.
Cosa parecida pasa con la nueva refinería de Tabasco o el Tren Maya que conectará al sureste mexicano; en ambos casos no hay un plan maestro, se ha determinado técnicamente que la refinería es inviable y que los costos de construcción del tren superarán en diez veces lo ahora proyectado. Eso sin contar la resistencia ciudadana y la falta de socialización de ambas obras.
¿Y qué decir de la reciente carta del Gobierno de México al Gobierno Español en donde el presidente López Obrador exige al Rey de España una disculpa pública por los hechos ocurridos durante la Conquista hace 500 años? ¿Era necesario tensar la relación con un país hermano por este tema? ¿Fue ocurrencia de la primera dama (historiadora por cierto) que el ejecutivo mexicano agitara el avispero con una declaración tan polémica como esta? ¿Midieron las consecuencias de sus actos o, utilizando la narrativa 4T “Se aventaron como El Borras”?
No hay que ser adivino para saber que los últimos acontecimientos nacionales están costando varios puntos de popularidad al Presidente de México y lastiman la relación del Gobierno de México con varios sectores dentro y fuera del país; las cosas hasta ahora han salido regularmente bien para la administración federal, pero este tipo de situaciones complican la marcha y exhiben a un gobierno que actúa de buena fe, pero sin proyecto y en base a ocurrencias.
En Morelos las cosas marchan por un sendero similar: a seis meses de gestión el jefe del ejecutivo no ha podido establecer una línea clara de actuación en su gobierno y por el contrario, su equipo se ha dividido y distanciado entre si. La imagen del mandatario morelense ha ido cayendo de manera paulatina hasta colocarse como el gobernante con más desgaste de la Cuarta Transformación.
En seis meses Cuauhtémoc Blanco no ha podido tener paz para actuar, porque los conflictos en su administración se han presentado desde el principio con muchos grupos, sectores y organizaciones, empezando por los diputados. El primer y más evidente yerro del ejecutivo ha sido la operación política y la elección de aliados.
Es urgente que el jefe del ejecutivo morelense de un golpe de timón y muestre que su gobierno tiene rumbo, objetivos y sobre todo un plan de acción; hasta ahora nadie sabe qué quiere hacer Cuauhtémoc Blanco en los próximos seis años, qué proyectos tiene para Morelos y cuáles son las metas trazadas en cada una de las áreas. Por lo pronto en dos puntos centrales de su discurso de campaña, la lucha contra la corrupción y el combate a la delincuencia, las cosas no avanzan y en algunos casos han empeorado.
El equipo que acompaña al ex seleccionado nacional está pecando de confiado, supone que el poder es eterno y que no hay riesgos a la vista; falso. La crítica hacia la nueva administración ha ido a la alza de manera constante, los frentes de ataque se han multiplicado en todos los sectores y hasta los aliados que les ayudaron a ganar la elección han comenzado a tomar distancia.
Peor: en México están observando con detenimiento lo que ocurre en Morelos y han trazado una ruta crítica que incluye acciones contundentes en el estado si las cosas a nivel nacional se complican. Más claro: si el panorama se tensa en el país, Andrés Manuel López Obrador puede dar un golpe de poder en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco para dejar claro que su lucha contra la corrupción no distingue fronteras partidistas, ni deja a salvo a los aliados.
Antes de que sea tarde Cuauhtémoc Blanco, José Manuel Sanz y Pablo Ojeda tienen que ponerse de acuerdo y trabajar en un mismo sentido. Si pierde uno, pierden todos.
• posdata
Ahora fue una familia en El Polvorín: sujetos armados llegaron a un negocio de radiadores y sin mediar palabra abrieron fuego contra tres personas: madre, padre e hijo; el saldo fue de tres muertos.
Este tipo de historias se ha vuelto cosa común en Morelos: el jueves muy temprano fueron tres víctimas en un negocio familiar, el martes fue una mujer en una boutique de la colonia Cantarranas, también en Cuernavaca. En este último caso, por cierto, la víctima fue una dama que meses atrás trabajó en el Sapac y es madre de una Notaria Pública del estado de Guerrero.
¿Cuántos ejecutados van en 2019? La cifra es distinta dependiendo de quien la haga: según el conteo periodístico el número de personas asesinadas en menos de 3 meses en la tierra de Zapata es de 387, aunque para las autoridades la cifra oficial es menor, aunque reconocen que supera los 300.
Las cosas están mal, pero podrían estar peor, dicen los optimistas: en Guanajuato, otrora tierra tranquila y apacible (como Morelos) el número de ejecuciones en el mismo lapso supera los 700.
El gobernador Cuauhtémoc Blanco pidió ayuda a la federación y hace un par de semanas llegaron a la entidad 200 efectivos de la Policía Federal; no fueron muchos pero de algo sirve porque su presencia contuvo al menos un poco la oleada de violencia que había tomado presa a la entidad.
Pero el problema sigue y la pregunta es la misma ¿Tenemos que acostumbrarnos a vivir con miedo?
• nota
El fiscal general Uriel Carmona acudió al congreso a petición de los diputados, fue llamado para que informara lo que esta haciendo en la dependencia y aclarara las dudas que desde hace meses los legisladores han externado ante los medios de comunicación.
Antes de que el fiscal acudiera el parlamento los diputados se mostraban bravos, advertían que saldrían chispas de la comparecencia porque varios de ellos estaban decididos (así lo presumían) a exigir al regordete personaje una explicación clara y puntual de las cosas.
El preámbulo de la visita de Carmona Gándara estuvo enmarcado por expresiones duras de parte de los representantes populares; varios de ellos advertían que iban adestituirlo porque protege los intereses del ex gobernador Graco Ramírez. Una de las voces más críticas sobre el tema era la del legislador José Casas.
La comparecencia fue ayer y las cosas no salieron como se anticipaban: el Fiscal General de Morelos llegó al congreso acompañado de un grupo de empleados de la fiscalía que en todo momento le echaron porras; en el comité de bienvenida estuvieron varios diputados, entre ellos un dócil José Casas, más apurado en tomarse fotos con el titular de la FGE que en preguntarle por los enormes problemas de inseguridad y procuración de justicia que agobian a Morelos.
La comparecencia del fiscal general no fue distinta a la de otros secretarios, salvo que el abogado se dio el lujo de mofarse abiertamente de los diputados desde la tribuna; Carmona evadió las preguntas, reviró los cuestionamientos y hasta se aventó la puntada de contestar en clave a un cuestionamiento de la diputada Rosalina Mazari: ¿Ya hizo su examen de control y confianza? ¡10-4, afirmativo!
A pesar de todo lo dicho previo a esta comparecencia, los representantes populares de Morelos no pudieron cuestionar al abogado, ni ir más allá de un encuentro flojo que mostró la pobreza neuronal de nuestra legislatura. Uriel Carmona Gándara se plantó en la máxima tribuna, toreó a los representantes populares y se retiró contento, porque de principio a fin mantuvo el control de la situación.
El congreso quedó exhibido de nuevo, sus integrantes fueron ridiculizados y hasta los asistentes que dejaron su trabajo para ir a echarle porras a su jefe se retiraron satisfechos de ver que a pesar de las balandronadas de los diputados, ninguno pudo poner en aprietos al fiscal.
Nada de que extrañarse: el fiscal es incompetente, pero comparado con los diputados es una eminencia.
• post it
Cuando hablamos de corrupción en Morelos de inmediato pensamos en Graco Ramírez y su gente; ese gobierno, su titular, su familia y sus amigos llevaron el robo gubernamental a un nivel que nunca antes habíamos visto en el estado.
Pero lo ocurrido en el gobierno estatal no es lo único que sucedió el sexenio pasado en la tierra de Zapata, en la UAEM se vivieron tiempos violentos en muchos sentidos, uno de ellos relacionados con el multimillonario fraude cometido en la Sedesol en la llamada Estafa Maestra.
El primer ex funcionario de la administración pasada de la Universidad de Morelos ya está sujeto a proceso. Alejandro Vera debe tener cuidado porque su nombre está en varios expedientes de la administración federal y en breve puede estar en una situación similar a la que vive Gerardo Ávila.
Cuauhtémoc Blanco también debe tener cuidado, porque Alejandro Vera forma parte de su gobierno.
• redes sociales
El volcán Popocatépetl aumentó su actividad y puso en alerta a todos los estados vecinos y al gobierno federal. Así se comunicó la situación de Don Goyo:
El día de ayer Centro Nacional de Prevención de Desastres(Cenapred) determinó elevar el semáforo de alerta volcánica de Amarillo Fase 2 a Fase 3 ante la reciente actividad del volcán Popocatépetl.
El color amarillo significa "alerta" y recomienda permanecer atento y prepararse para una posible evacuación.
Fase 1: Esta fase significa que el volcán manifiesta actividad como sismicidad volcánica local frecuente, así como emisiones de esporádicas a ligeras de ceniza.
Fase 2: La fase 2 se activa cuando el volcán tiene un incremento de actividad. Dentro de la fase 2 están contempladas la exhalación de plumas de vapor de agua y gas, ligera caída de ceniza en áreas cercanas, caída de fragmentos incandescentes.
Fase 3: La fase 3 entra en vigor cuando el volcán tiene actividad de intermedia a alta. Dentro de la fase 3 está contemplado el crecimiento rápido de domos de grandes dimensiones y su destrucción en explosiones fuertes, persistencia de fumarolas, gas y caída leve de cenizas en áreas cercanas. Además de explosiones de intensidad creciente con lanzamiento de fragmentos incandescentes y posibles flujos piroclásticos de mediano alcance.
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