LA DESESPERACIÓN DEL PRD
Desde ahora, el Partido de la Revolución Democrática en Morelos, ve disminuidas las posibilidades de refrendar permanecer otros seis años en el Poder Ejecutivo y de mantener una mayoría dentro del Legislativo, porque sabe que la elección del 2018 los llevará hasta a perder su registro.
Los errores, abuso de poder, corrupción y soberbia que mantienen como gobierno en la entidad, en dos años difícilmente y casi imposible podrían tener una reconciliación con las comunidades y sectores del estado.
Ni aún con el rumor sobre la licencia por tiempo indefinido que solicitará Graco Ramírez al gobierno para finales de septiembre e inicios de octubre, los salvaría, más aún cuando el Ejecutivo busca la presidencia del PRD a nivel nacional.
De ahí que la dirigencia de Rodrigo Gayosso Cepeda busca tener una alianza con el Partido Acción Nacional en Morelos, que le permita -cuando menos- seguir con el cobro de los más de nueve millones de pesos que reciben anualmente.
Es cierto, en el PAN no quieren confundir la claridad del agua con el aceite negro y amarillo, que trae mucha suciedad y encono en contra por parte de toda una sociedad, que hoy los ve como un verdadero lastre.
Dicen los encuestadores serios que para el año 2018, la ciudadanía prefiere tener un candidato independiente para gobernador, pero también Acción Nacional sería una de las preferencias con mayor voto del electorado, seguido del Revolucionario Institucional y MORENA.
Y al no figurar en las preferencias de los votantes, la desesperación cunde desde hoy en el PRD, por ello saben que aliándose con el PAN cuando menos podrían salvar su registro y parte de sus prerrogativas.
Sin embargo, ya ni el Partido del Trabajo quiere saber nada del PRD porque están igual de quemados, pero saben de las posibilidades de continuar con el cobro, cuando menos, de sus 450 mil pesos mensuales de financiamiento lo pueden seguir manteniendo con ganar un municipio o un distrito.
Los perredistas saben que están solos y que sus posturas impositivas, de mala fe y que atentan contra los morelenses los van a llevar al fracaso electoral, a pesar de presumir que apoyan a las clases más necesitadas.
De ahí que quieren aprovechar al PAN para ejercer alianzas en Morelos, pero obligadas desde sus dirigencias a nivel nacional y evitar irse solos en un anunciado fracaso electoral.
La realidad es que en Morelos el Sol Azteca dejó de tener figuras confiables como la del Senador Fidel Demédicis Hidalgo que ha colocado a toda su parentela en diversos cargos públicos.
Acción Nacional con la dirigencia de Juan Carlos Martínez Terrazas rompió con la Sagrada Familia e impuso un nuevo comité, que ha destacado por evitar el estancamiento de un solo grupo para el manejo de su partido.
Eso le ha llevado a recuperar la credibilidad perdida ante el electorado y reposicionar al panismo morelense, que ha rechazado y mantendrá su postura de impedir una alianza que hoy busca con ellos el perredismo estatal.
A los panistas de Morelos lo que menos les interesa es salir a dar la cara con aliados de la corrupción, saqueo y soberbia al contrario plantean conducir un proyecto electoral diferente.
Todavía faltan dos años para la elección de gobernador, 33 ayuntamientos y 18 diputados de manera directa, por ello hablar de una alianza PAN-PRD como sucedió el pasado cinco de junio en tres entidades del país es aventurado, aun y cuando pretendan negociar ese tipo de posturas a nivel nacional.
El perredismo morelense no tendrá cara para salir en el 2018 para decir que son los paladines de la democracia, de la verdad, de gobiernos diferentes, claros, transparentes y honestos.
Ahora como dicen los justicieros todo lo que digan será utilizado en su contra, porque en 27 años de vida, el PRD envejeció y mostró su verdadera cara, ser una franquicia familiar. ¡Ya veremos!