El baño de sangre no para. Cada día se da cuenta de ejecuciones, asesinatos, secuestros, levantones, extorsiones... pero nada de ello existe para los políticos. Lo importante para la clase gobernante es conservar el poder. Lo único que se modifica con este tipo de cosas es el reparto del botín entre los hombres y las mujeres de poder. Las cifras son escalofriantes: 88 ejecutados en 2016, entre ellos 37 mujeres y 3 niños. Tan sólo este fin de semana asesinaron a 7 personas, dos de las cuales fueron decapitadas. El baño de sangre en Morelos no cesa, la violencia se ha hecho presente en varios puntos del estado y hay regiones en donde la ley que impera es la del más fuerte. El mando único no ha podido disminuir los índices de inseguridad y, por el contrario, logró hacer que la gente volviera a pensar que los policías obedecen a los grupos delictivos. Mientras todo esto pasa, el gober anda en Inglaterra (Regional/ Serpientes y escaleras/ Eolo Pacheco/ http://elregional.com.mx/Noticias/?id=77587).
