Porque ahora ya "no hay prisa", el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado, se propone buscar “un nuevo acuerdo que tenga el más amplio consenso con el magisterio”.
Entre tanto, el dictamen aprobado el miércoles de la semana pasada por las comisiones unidas de Educación y de Puntos Constitucionales de San Lázaro, pese a las presiones, chantajes, plantones y sabotajes de la CNTE, pasa a la mortífera congeladora.
Jamás podrán cumplirse los deseos del tenaz coordinador de la diputación de Morena porque la minoritaria facción disidente que se quiere complacer no representa la mayoría de profesoras y profesores de enseñanza básica en el país, que suma poco más de un millón de docentes. De éstos, quienes se opusieron ayer a la reforma y hoy a la contrarreforma educativa significan, en el mejor de los casos, la triste pero terrible décima parte.
En lo que sus promotores negocian (más preciso que acuerdan, porque todo se trata del canijo dinero), vale la pena leer estos correos:
Julio Gabriel Iglesias Gómez.- "Lo peor del asunto es que la famosa coordinadora, la del desmadre y la sinrazón, es la que va a seguir controlando a los legisladores y a la SEP durante todo el sexenio. Que fácil echar a perder lo que había logrado Peña, y que fue meter en cintura a la CNTE, al SNTE y hasta a la maestra Gordillo".
José Manuel Vallejo Olivares.- "Normalmente siempre estoy de acuerdo en la apreciación de los temas que presentas, pero en la de este lunes hay una apreciación en la que no estoy de acuerdo, respecto a que es 'ínfima la proporción de maestros chafa....'. Creo que un porcentaje por encima del 50 por ciento es chafa o quizás por encima del 80 por ciento. Tengo amigos catedráticos en preparatoria y sé que llegan en su gran mayoría a ese nivel ignorando lo más elemental de ortografía, matemáticas y casi cualquier materia. Y los resultados de las distintas pruebas que les hacen a los estudiantes (la de la OCDE y las que hacía la SEP) ilustran los niveles educativos con que salen de estos niveles. Si en lugar de aplicarles la prueba de la OCDE a los alumnos esa misma le ponen a los profesores (no estoy de acuerdo en el término de maestro, ya que este es para un grado académico superior a la licenciatura de la CNTE), más de la mitad de ellos no la aprobaría. Estamos muy mal en educación, pero principalmente la de los profesores".
Esta segunda carta me hace recordar que en el atentado de siete o más meses perpetrado por la sección 22 en 2006 (de donde surgió la pleonástica Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) abundaron entrevistas-test con plantados de la CNTE que, no sin desconcierto, se enteraban y daban muy, pero muy en serio, su resuelto apoyo a una supuesta promesa del candidato a gobernador Gabino Cué para alentar el turismo: trasladar a la capital del estado... las pirámides de Monte Albán.