Incognitapro

Columneja

Las mafias tras las rejas. Morelos enfrenta una nueva crisis, ahora en los centros penitenciarios donde el hacinamiento llega al 80.5%, ocupando un cuarto lugar solo por debajo del Estado de México (144.3%), Nayarit (140%), e Hidalgo (108.1%). Esta es una de las causas que provoca riñas, motines y la integración de grupos de poder convertidos en mafias tras las rejas. Y si a esto le agregamos la colusión de las autoridades carcelarias, tenemos la combinación perfecta para un manejo delincuencial desde el interior, como sucede actualmente. El auto gobierno en los reclusorios de Morelos no es algo que se pueda ocultar. Es un riesgo constante, y en su arrogancia, el crimen organizado al interior de los penales lanza amenazas hacia los directores, a quienes incluso han solicitado espacios para la venta de drogas. Ante la comodidad y complacencia de las autoridades penitenciarias, grupos de poder se han apoderado de los reclusorios que manejan a su entero placer, imponen reglas, condiciones, venden, trafican, golpean y matan con toda impunidad. Es algo que sabe, pero no le importa al gobierno. Los “incipientes avances”, la rapiña e indolencia de las autoridades en el fortalecimiento del Sistema Penitenciario, han puesto de manifiesto una continuidad en los tratamientos de reinserción deficientes, lo que es aprovechado por los grupos de poder que son quienes en realidad manejan “la disciplina” carcelaria, pese a los discursos oficiales que nunca pasan a los hechos (Columneja/ José Adolfo Peña). 

Ámbito: 
Local
Autor(es):