A veinte personas les atrajo el sonido instalado en el Zócalo de la Ciudad de México. Desde un quiosco verde montado ahí para conciertos gratuitos, una voz —la del historiador Luis Fernando Granados, quien es el encargado del área patrimonial de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural— anunció: en diez minutos iniciaremos la lectura colectiva del Plan de Ayala, ¿quién lee bonito?
Al mismo tiempo, una mujer regalaba, a los pocos curiosos o a quienes se detuvieron para descansar bajo la sombra que proyectaba el quiosco, la edición facsimilar del Plan de Ayala que publicaron con 15 mil ejemplares el Fondo de Cultura Económica (FCE), el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INHERM), la Secretaría de Cultura federal y la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural.
Un joven de 30 años subió al quiosco, fue el único que se ofreció a leer un fragmento del Plan de Ayala que redactaron Emiliano Zapata y Otilio Montaño en 1911 durante la Revolución Mexicana.
“Soy de Iztapalapa e iba pasando por el Zócalo, me llamó la atención la actividad y sí sabía de la existencia del Plan de Ayala porque lo mencionan en la escuela, pero nunca lo había leído, no sabía a detalle lo que exigieron los zapatistas en ese entonces. Muchas cosas son aún vigentes”, indicó el joven.
Mientras tanto, Gabriela Pulido, directora general de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural, continuó con la lectura y un repartidor de Uber eats se estacionó bajo la sombra del quisco, aceptó un ejemplar gratuito y le preguntó al señor de junto: ¿en qué página van?
La primera lectura del documento zapatista concluyó en 20 minutos. La asistencia fue escasa. Los organizadores llevaron mil ejemplares que repartieron a los transeúntes, como a una señora con dos de sus hijas, una de secundaria y otra de preparatoria, a quienes uno de ellos les dijo: “está bueno el libro, a mí me gustó y ¿a ustedes?”.
Las siguientes lecturas fueron al mediodía y a las 13:00 horas, sin embargo, la edición facsimilar del Plan de Ayala se quedó esperando más lectores.
Gabriela Pulido aclaró que nadie se preocupara, porque todos los libros, los 15 mil ejemplares impresos, se repartirán el miércoles 10 de abril en varios estados del país, en especial en Morelos y en la Ciudad de México, las dos entidades donde se concentrarán las actividades por el centenario luctuoso de Emiliano Zapata.
Cuando los organizadores anunciaron las lecturas, aprovecharon para informar a la gente que existe una nueva instancia federal, una dedicada al estudio de la historia “con visión crítica”, y se llama: Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural.
“Se cumplen 100 años del asesinato de Zapata y en el país están ocurriendo todo tipo de conmemoraciones de la revolución campesina del sur. Estamos aquí de parte de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México que es una nueva oficina de la Presidencia de la República que se encarga de cuidar, preservar y promover la memoria histórica especialmente la que está en los documentos históricos”, dijo Luis Fernando Granados.
El historiador agregó que en la Coordinación consideraron que la mejor manera de recordar a Emiliano Zapata era “hablando de su obra escrita” y la más importante fue el Plan de Ayala.
“Es un documento que los zapatistas anunciaron en noviembre de 1911 al principio de la Revolución”, comentó.
EFEMÉRIDES CRÍTICAS. Las efemérides nacionales marcarán la agenda de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México que dirige Eduardo Villegas y en la que participa Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente. Además, en julio este nuevo ente federal debutará con la digitalización de una carta de relación de Hernán Cortés.
“El programa sobre los 500 años de la llegada de los españoles a México, lo estamos preparando; en el área que me toca es una discusión centrada en la documentación. Una cosa que le pasa a los 500 años, aunque parezca sorprendente, es que está muy mal estudiada porque las fuentes son muy deficientes y han sido leídas de manera muy poco crítica”, señaló Luis Fernando Granados.
Por eso, agregó el historiador, “en julio haremos, en línea, una edición crítica de la primera carta (de relación de Cortés), antes haremos una discusión del concepto de Mesoamérica”.
A la pregunta de quién realizará ese trabajo crítico, Fernando Granados respondió que serán los investigadores que ya trabajan con él en la dirección de investigación de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural.
“Estoy en la dirección de investigación pero le decimos de patrimonio, es la parte de la Coordinación que se encarga de los contenidos. En el área somos 10 personas y en la Coordinación son como 50”, dijo.
Las próximas actividades de la Coordinación sucederán el miércoles 10, jueves 11 y viernes 12: un coloquio sobre la Conquista de México a realizarse en Xalapa, Veracruz y organizado con el INEHRM, y el sábado 13 y domingo 14 en el puerto de Veracruz.
El historiador destacó que ya trabajan con “un montón de instituciones”, por ejemplo, el Archivo General de la Nación, Archivo Carso y la UNAM. “Además queremos promover la recuperación de la documentación o de los testimonios que la gente tiene en sus casas”, agregó.
Los expertos que trabajan en la Coordinación son antropólogos, historiadores, periodistas, editores, informáticos, ingenieros y abogados, estos últimos, “para hacer acuerdos legales y enlazar los repositorios digitales de otras instituciones”.
¿Con cuánto presupuesto operan?, se le preguntó a Gabriela Pulido. “Con ningún recurso, lo que estamos obteniendo son colaboraciones de distintos lugares, la publicación de este folleto del Plan de Ayala se generó desde la dirección de la Coordinación pero quienes nos apoyaron fueron el FCE y el INEHRM”, respondió.
Comentarios