LOS NEGOCIOS Y LAS IMPOSICIONES DE ROSALINA MAZARI ESPÍN, LA IXTLECA QUE A SU PUEBLO, NO HA GESTIONADO NI UNA ESCOBA, PERO A SU PARENTELA LA TIENE EN CARGOS Y EN NÓMINA…
Desde la presidencia de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso local, la diputada priísta Rosalina Mazari Espín ha creado un espacio propio, de poder que sabe puede redituarle mucho poder y dinero.
En casi siete meses, la diputada está afianzada en una posición importante dentro del Poder Legislativo estatal, que puede ser sujeto a utilizarse como un medio de extorsión, como ha sucedido en –cuando menos- las últimas tres legislaturas locales.
Como ejemplo, habrá es de destacar que para nadie es desconocido que Arturo Mazari Espín es rector de la Universidad Politécnica del Estado, gracias a las buenas negociaciones de su hermana diputada.
Arturo Mazari Espín venía de perder escandalosamente la presidencia municipal de Puente de Ixtla, como candidato del Partido Revolucionario Institucional, y su futuro estaba fincado en regresar a sus negocios personales.
No obstante, la primera negociación de Rosalina Mazari Espín al ser nombrada como presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados morelense fue buscar una chamba a su hermano Arturo.
Posteriormente estaba en riesgo de ser quitada de dicha comisión no sólo por ese tipo de acciones, sino porque las negociaciones eran tantas que parece mantiene una oficina alterna en la Secretaría de Hacienda del gobierno estatal, porque de ahí ya no sale desde hace algunos meses.
Hay presidentes municipales, incluso de su partido que son dos, quienes mantienen la queja contra la presidente de la Comisión de Hacienda porque al momento de pretender llegar a un acuerdo para la aprobación de sus paquetes fiscales, parecía que trataron con la jefa de una banda delincuencial.
Las extorsiones fueron lo primero que enconaron a los alcaldes que recibieron ayuntamientos quebrados, sin un peso en la caja de la Tesorería Municipal y lo peor es que los apoyos de la presidenta de la Comisión Hacienda nunca se dieron, al contrario hubo afectaciones hacia los ayuntamientos en perjuicio de la sociedad, con los dictámenes elaborados por el equipo de la diputada local priísta Rosalina Mazari Espín.
En la actualidad, la legisladora del PRI está en la presidencia de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso morelense no por capacidad, sino por el amparo proporcionado por el Juzgado Primero de Distrito cuando el pasado 4 de enero fue destituida, por 16 de sus compañeros de Legislatura.
Ahora, pretende dentro de lo que ha conferido su espacio, imponer un titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, incluso sin una convocatoria y critica a quienes le han recordado que debe obedecer un marco constitucional.
La diputada local priísta quizá olvidó que su amparo judicial es por una causal y no por omisión ni por violación al marco del derecho, por lo que todavía de continuar con sus imposiciones puede ser removida de “su” espacio.
Para nadie es desconocido al interior del Congreso local que la diputada Rosalina Mazari Espín ya cuenta con un titular dentro de la ESAF, con quien mantiene negociaciones y han otorgado direcciones, subdirecciones, coordinaciones y jefaturas de departamento.
Incluso para sus mismos compañeros diputados, la “doña” Mazari Espín, intenta negociar su voto en diversas cuestiones, pero a cambio de imponer a Uriel González como titular de la ESAF.
Pero y ¿quién es Uriel González?
Este personaje está ligado al exgobernador Graco Ramírez y demás cómplices, al grado que hoy están escondidas en la Fiscalía General del Estado de Morelos dos denuncias graves por destrucción y quema de documentos oficiales.
No son cualquier tipo de documentos los que destruyó Uriel González por órdenes de José Vicente Loredo Méndez, ex titular de la ESAF, todos están relacionados con el desvío de recursos públicos del gobierno de Graco Ramírez que involucran a su esposa, Elena Cepeda de León, al mismo Rodrigo Gayosso Cepeda, como presidente y candidato del PRD al gobierno del estado; de colaboradores cercanos al exejecutivo estatal, entre otros.
Esa es la propuesta de Rosalina Mazari Espín, quizá porque también tenga la orden de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional de solapar y proteger al exgobernador Graco Ramírez, quien fue el principal alfil del expresidente Enrique Peña Nieto en varias de sus imposiciones e ilegalidades.
La ixtleca sabe que se juega su última carta dentro del servicio público porque tanto el PRI como varios partidos están a punto de desaparecer, que son un peligro para México y Morelos por ello hoy hace los grandes negocios desde el Congreso del estado, mientras que al pueblo que la parió, a sus paisanos, en tantos años de “mamar de la ubre”, no le ha acercado ni un vaso de agua.