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Todos en el entorno del presidente sabían que la pregunta obligada era cuándo se percibirá una mejoría en los niveles de seguridad.
Es cierto, y nadie lo discute, que les dejaron un cochinero, pero ¿cuánto tiempo necesitan para que se vea un poco más limpio?
Van casi cinco meses de gobierno y el presidente le sumó seis meses más. O sea que en la conferencia mañanaera del 22 de octubre comenzaremos a escuchar buenas noticias.
¿Y mientras qué hacemos, nos quedamos en casa?
La aplicación de los programas sociales y el arranque de trabajos de la Guardia Nacional son las cartas del gobierno.
La demanda de los ciudadanos es que con las herramientas que se tiene ahora comencemos a enderezar el entuerto y que las autoridades asuman su responsabilidad y, sobre todo, terminen con los jaloneos políticos.
El club de los desconfiados
El diputado Mario Delgado se sumó a la defensa del célebre memorándum de AMLO sobre la reforma educativa.
Sostuvo algo que los demás no detectaron. Dijo que el “memo” del mandatario fue muy bien recibido por los maestros. ¿Lo fue? Por lo menos los dirigentes de la CNTE lo descalificaron y por esa causa el tema de la reforma educativa no está en trámite de solución.
Pidió a los maestros que confíen en el presidente y les advirtió que cada día perdido es un día a favor de la reforma de Peña Nieto.
Está bien que los maestros confíen en el mandatario, pero sería mucho más importante que el presidente y la sociedad pudieran confiar en los maestros, por lo menos con respecto a los activistas de la CNTE eso es casi imposible.
¿Murat va por un muro?
Es obvio que sin una acción coordinada entre los tres niveles de gobierno es mucho más difícil combatir a la delincuencia organizada o desorganizada.
Pero la demagogia no es coordinación. El anuncio del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, de que cerrará la frontera con Veracruz para evitar que los maleantes se pasen a su estado demuestra una incomprensión del problema.
Un desplante trumpista de pena ajena. Lo siguiente será que anuncie la construcción de un muro entre ambas entidades.
Intentar sacarle raja política a las tragedias de los vecinos pone al descubierto el nivel de los políticos.
Murat no queda bien con los veracruzanos, pero tampoco con los oaxaqueños.
Los indecisos inquietan
En las elecciones para gobernador en Baja California y Puebla las casas encuestadoras no han tenido problema para definir al puntero.
En ambos casos el abanderado de Morena, Jaime Bonilla en el estado fronterizo y Miguel Barbosa en Puebla van en caballo de hacienda.
Hay, sin embargo, un dato que no se puede perder de vista y es el alto porcentaje de indecisos, de ciudadanos que todavía no deciden el sentido de su voto.
A decir de una casa especializada en encuestas telefónicas, el porcentaje de indecisos en Puebla es, a estas alturas, de 30 por ciento. En BC es de 18.4.
Por tal razón crece la versión de que al menos en Puebla se echará a andar un operativo de voto útil en un intento de emparejar la contienda.