Oxígeno adicional para Pemex
Hay un dicho en el ambiente futbolístico que dice que “portero sin suerte no es portero”.
Bueno, pues ahora podríamos extender esa afirmación al tema petrolero, pues cuando más lo necesitaba, Pemex se ha beneficiado de mayores precios del crudo.
El pasado 24 de diciembre, apenas a poco más de tres semanas de que arrancara esta administración, el precio del petróleo de referencia, el WTI, cerró en 43.94 dólares por barril.
Se trataba del precio más bajo desde enero de 2016, cuando estuvo ligeramente por arriba de los 42 dólares por barril.
Un contexto de precios a la baja y producción a la baja, era una fórmula verdaderamente mortal para Pemex.
Bueno, pues ayer por la tarde, el WTI cotizaba a 65.82 dólares por barril, lo que implica un incremento de más de 21 dólares, o si lo quiere ver en términos porcentuales, de 49.7 por ciento.
En otras palabras, en términos de ingresos para Pemex, es el equivalente a que el precio se hubiera mantenido como en la Nochebuena del año pasado, pero la producción hubiera crecido en poco más de 800 mil barriles.
Como eso no iba a ser posible, una parte de las finanzas de Pemex dependía de la trayectoria de los precios, y ésta ha sido más que favorable para la empresa estatal.
Para las finanzas del gobierno, la noticia no es tan buena porque precios más altos del crudo implican precios más elevados de las gasolinas, y si se quieren moderar los incrementos, hay que sacrificar ingresos por concepto del IEPS.
La próxima semana, cuando se informe sobre las finanzas públicas al mes de marzo, veremos de qué tamaño es la caída de ingresos por este concepto.
Sin embargo, más que las finanzas del gobierno, lo que tiene la lupa puesta por parte de las calificadoras es la situación financiera de Pemex, la cual tendrá un alivio con este comportamiento de los precios.
Aunque la mayoría de los pronósticos no apunta a la persistencia del alza, debido al crecimiento de la producción en Estados Unidos sobre todo, tampoco se ve en el horizonte una caída.
En los primeros días de abril, la producción de petróleo en Estados Unidos se colocó en 12 millones 100 mil barriles diarios, lo que significa un incremento de 400 mil barriles respecto al cierre del año pasado.
Y, pese a ello, los precios han tenido un fuerte repunte.
Con estos datos, el cuadro financiero que enfrenta Pemex se ve menos asfixiante que en meses anteriores.
En Washington, durante la reunión de primavera del FMI y Banco Mundial, el secretario Urzúa ratificó la intención del gobierno de hacer una transferencia a Pemex por el equivalente a 100 mil millones de pesos, lo que permitiría prepagar una parte de su deuda y evitar que la empresa salga a los mercados en un contexto en el que probablemente se incrementarían sus costos financieros.
El flujo adicional que le representan los mayores precios del crudo puede dar a Pemex oxígeno para invertir en exploración y producción, elevando las posibilidades de incrementar su producción.
Pero hay que dejar claro, que mayores precios no van a resolver los problemas de Pemex. No hay que ser simplistas.
Pero sí pueden dar un margen de maniobra adicional para instrumentar los cambios que deben reflejarse en el Plan de Negocios de la empresa, que debe ser presentado próximamente.