Que muy a la callada se encuentra en México Felipe González, relator especial sobre Derechos Humanos de los Migrantes de la ONU, quien ha sostenido encuentros privados con organizaciones civiles, religiosas y familiares de migrantes, que lo han puesto al tanto de la actuación del gobierno con los indocumentados.
Aunque no es una visita oficial, el español ha dejado claro que su mayor preocupación es la xenofobia que ha visto en el país, de ahí que muchos han interpretado la conferencia que dieron ayer los titulares de Segob, SRE e INM más como un intento de curarse en salud que otra cosa.
Que a quienes les hace falta seguir aquel clásico dictado salinista de “no se hagan bolas” es a los actuales líderes priistas, pues ahora resulta que Mario Marín, ya declarado prófugo de la justicia por el caso Lydia Cacho, siempre sí forma parte de las filas del tricolor.
Y es que el lunes, el consejero nacional Armando Barajas dijo haberse desistido de abrir el proceso de expulsión del ex góber precioso al no hallarlo en el listado de militantes registrado ante el INE.
Sin embargo, ayer el secretario de Organización del partido, Héctor Gutiérrez, salió a enmendarle la plana a su correligionario y a aclarar que el ex mandatario de Puebla sigue en el padrón, solo que aparece con su nombre completo, Mario Plutarco Marín Torres. Quizá de ahí la confusión.
Que como balde de agua fría cayó la nota escrita por el corresponsal del diario Nikkei, el más influyente de Japón, donde a diferencia de lo expresado en público en Guanajuato, los empresarios japoneses muestran su preocupación por la alta incidencia de homicidios en la entidad, al grado de que ya consideran más peligroso vivir en el Bajío que en CdMx.
Sin embargo, el gobernador Diego Sinhue, envalentonado por la detención esta semana de El Titi, capo del cártel de Santa Rosa de Lima, reclamó la "fama" que le están haciendo al estado por los niveles de violencia y aseguró que no se merecen esa etiqueta, pues también hay gente buena y trabajadora.