Agüero le picó la cresta al gallo...
Enfundados en regia botarga, alcalde síndico y regidores de Jiutepec montaron pobre espectáculo circense, donde agua solo para los cuates, al que llamaron “Cabildo Abierto”. El plato fuerte, los codiciados miles de metros del predio “Los Venados”, único pulmón natural en el centro del municipio, convertido desde hace más de 15 años en jugoso negocio para todas las administraciones a la fecha, bajo la pretensión de “Casas Ara” de construir más de 200 departamentos, derribando en el más grande ecocidio (y negocio) de la zona, más de un millar de diversas y milenarias especies arbóreas. Con esta masa hago mis tamales, diría el alcalde Manuel Agüero.
Irresponsable en su decir como en su actuar, el alcalde “acarreó” a casi un centenar de menores, alumnos de una escuela propiedad de su familia, a pesar de tener conocimiento que en el evento podría generarse la violencia. El pretexto para llevar a la chamacada, informar sobre la entrega de uniformes para el nuevo ciclo escolar, lo que no es ninguna gracia, novedad, ni buena voluntad de los munícipes, sino una obligación plasmada en la ley, y que el gobernador perredista suspendió por estulticia y de tajo desde su llegada al poder.
El predio en mención, su pleito por convertir y no la cadufolia del sitio en una plancha de cemento por un perverso negocio, calentó los ánimos. Los dimes y diretes menudearon entre los opositores al ecocidio y las huestes “rompe-madres” oficiales. Funcionarios, opositores y policía vestida de civil, cruzaron ofensas por las razones que a usted se le antojen. Por fortuna la sangre no llegó al río, pero estuvo a punto, dejando al descubierto la cobardía del munícipe y sus perversas intenciones encubiertas en falsa sonrisa, acogiéndose a aquello de que no hay pillo que no sea simpático.
Que no se escude Agüero en la ignorancia del problema, ya que enterado estaba desde su función como diputado federal y después local, cargos en los que se convirtió en omiso fomentando la corrupción. De la misma manera, Carlos Benítez, antes síndico, hoy secretario municipal también estaba enterado de esta problemática. En desgracia para la sociedad y fortuna del entonces legislador, nadie puso atención y se le juzgó por omisión. De haber sido, no estarían las aguas llegando al rebosadero de la violencia. Manuel tiene problemas, y fuertes luego de haberle “picado la cresta al gallo”.
De acuerdo al munícipe y cómplices del cabildo, después de los resultados que rebelen si existen vestigios arqueológicos o no, Agüero Tovar dijo, se daría paso a una encuesta y que sea la voluntad social quien decida el destino del predio. Solo que esto no es una alternativa, el predio no puede decidirse en una votación, sino por la razón. Ya que conociendo las mañas del perredismo, quien garantiza que no se manipularán los votos; que no se comprarán por migajas o tortillas duras como acostumbran.
Son muchas las razones por las cuales no se debe acceder al permiso solicitado por la constructora. Uno de ellos y el principal, los estudios existentes que revelan un fuerte impacto ambiental en caso de otorgar el permiso para la edificación de casas. Jiutepec se ha distinguido por ser uno de los municipios más violentos del país, y ahora se pretende violentar el aire, el oxígeno, lo único libre que se tiene en un estado represivo por un ente enfermo de poder.
A pesar de que lo niegan, los regidores esperan una recompensa por “su lucha” a favor de la constructora, un departamentito en el conjunto habitacional, nuevo y en pleno centro, lo que les ampliaría el patrimonio. Para 11 regidorcitos, 11 departamentitos. Al alcalde no le interesan más propiedades, no, tiene de sobra y las auto-renta al municipio como uno de los mejores negocios que le brinda ser alcalde bajo la protección del tabasqueño.
Habrá que esperar, vigilar todos los movimientos del cabildo en general, pero sobre todo la mano con la que Agüero Tovar podría firmar el permiso para la construcción de casas y salirse con la suya. Cabe aclarar que para ser Presidente Municipal “a como diera lugar”, se alió con Graco traicionando al PRI, y nos queda muy claro quien traiciona una vez, traiciona siempre…¡aguas pueblo!
Y a propósito de despojos, por qué no se ha hecho nada con el predio que dicen se avanzó la ex alcaldesa Silvia Salazar en la esquina de la entrada de Cuauhnahuac a Tlahuapan, donde hasta una calle invadió con un edificio construido en tiempo record... por qué no mira eso señor Agüero. Recuerde que quien no buscó amigos en la alegría...que en las votaciones no los pida... uuutsss ...
P.D. SOY RESPONSABLE DE LO QUE ESCRIBO, NO DE LO QUE TU PIENSAS