CIUDAD DE MÉXICO.
María de los Ángeles Moreno Uriegas fue una política mexicana de excepción. Ha sido la única en presidir la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la Cámara de Diputados y el Senado. Su carrera legislativa la inició a petición de Luis Donaldo Colosio, en 1994.
La expresidenta del PRI (1994-1995) y del priismo en la CDMX (2005), quien falleció ayer a los 74 años, fue una virulenta adversaria de las tesis panistas. Solía decir que “con el PAN, ni en la mesa para comer”.
La pasión de María de los Ángeles Moreno era la justicia social. Le preocupaba profundamente la desigualdad y pobreza del país. Su padre, médico gastroenterólogo que trabajó junto al doctor Gustavo Baz, fue uno de los ejemplos que marcaron su vida.
En esa preocupación social radica el perfil político-económico de Moreno Uriegas. Quienes la conocieron dicen que era revolucionaria y totalmente antineoliberal. Comulgaba con la tesis de John Maynard Keynes y rechazaba las de Milton Friedman.
Moreno estudió Economía en la UNAM de 1962 a 1966 y obtuvo un posgrado en el Institute of Social Studies de la Universidad de Países Bajos de 1967 a 1972.
Su carrera en la administración pública la inició como jefa de oficina del Departamento de Estudios Económicos de la Dirección General de Crédito de la Secretaría de Hacienda, a principios de los 70. En 1977 fue subdirectora de Planeación en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Su carrera política arrancó en 1981 en el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI, en la campaña presidencial de Miguel de la Madrid.
No obstante que María de los Ángeles fue amiga y colaboradora de Carlos Salinas de Gortari, secretario de Programación y Presupuesto con De la Madrid, y ella subsecretaria, y luego secretaria de Pesca en la administración salinista, entre 1988 y 1991, Moreno tuvo serías diferencias ideológicas con la línea neoliberal de Salinas, aunque estuvo de acuerdo con la línea social desplegada, primero por Manuel Camacho Solís y luego por Luis Donaldo Colosio, sus colegas en Programación y Presupuesto, el primero subsecretario y el otro director.
Sus mejores amigas y hermanas de lucha fueron Beatriz Paredes y Dulce María Sauri Riancho, quienes también llegaron a la dirigencia nacional del PRI. Aunque Moreno fue la primera mujer en la historia en lograrlo.
Moreno tenía entre sus íntimas amistades a Clara Jusidman, anfitriona del encuentro entre Colosio y Andrés Manuel López Obrador en marzo de 1994. Jusidman es una entrañable amiga del actual Presidente.
En su liderazgo en el PRI, en tiempos de Ernesto Zedillo, sus más cercanos colaboradores fueron Pedro Joaquín Coldwell, como secretario general, Alejandro Carrillo Castro, secretario de Asuntos Internacionales, Enrique Jackson, director del IEPES, y Heriberto Galindo Quiñones, secretario de Prensa.
Enfrentó como líder del PRI las consecuencias del “error de diciembre” (1994). Con Carrillo, Galindo y Gustavo Carbajal Moreno, María de los Ángeles viajó a Cuba en 1995. Visitaron a Fidel Castro, en el aniversario luctuoso de Ernesto Che Guevara.
María, como le solían decir sus más cercanos, profesaba la religión cristiana en la denominación bautista. No obstante, impulsó desde las distintas instancias legislativas un movimiento por la exigencia laica del ejercicio de la política y el acotamiento del poder de las iglesias fuera del gobierno.
Su religión no la relegó de tener una vena bohemia: le gustaba cantar boleros.
La fama que creó desde que incursionó en política en 1970, cuando entró al PRI, fue de intachable, honrada en lo intelectual y en lo económico.
Moreno gozó de prestigio —muy bien ganado, dicen sus amigos— en las más variadas corrientes ideológicas. Abonó para tener la simpatía de personajes de centro y de izquierda. Fue catalogada como mujer de centro-izquierda, dentro y fuera del PRI.
La describen como comprometida con la reivindicación de la mujer y de otras causas nobles.
Aunque públicamente parecía una persona dura, se le consideraba noble, solidaria y muy humana. Dicen que, aunque sabía ser flexible, era tercamente inflexible a las tesis y propuestas de corte derechista y firme en sus determinaciones.
Moreno Uriegas nació en la Ciudad de México en enero de 1945 y en la pasada campaña electoral de junio de 2018, a sus amigos más íntimos les confesó que, por supuesto, deseaba que ganara José Antonio Meade, con cuyo padre, Dionisio Meade, tenía una gran amistad desde sus años estudiantiles en la UNAM. Pero sostuvo que, entre Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, prefería abiertamente al tabasqueño.