En serio, contra las adicciones
El presidente López Obrador ya eligió al especialista que habrá de planificar la parte medular de la gran campaña contra las adicciones, que se anunciará en cuestión de días.
Se trata del mismo especialista que fundó el Programa de Investigaciones Relacionadas con Sustancias del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Liberal, promotor de la despenalización de la mariguana, pero sobre todo promotor de que la acción de gobierno diferencie entre el uso de cannabis y el de sustancias duras o de sustancias extremadamente dañinas como los inhalantes.
Este especialista da una idea clara del fondo de esta campaña: va a quedar atrás la idea persecutoria que predominó por años.
Estuvieron casi todos
El poder de convocatoria de López Obrador con los líderes obreros superó a los activistas.
El presidente consiguió que tirios y troyanos compartieran el pan y la sal en el patio central de Palacio Nacional.
Líderes de la CTM sentados junto a dirigentes de la UNT y al lado los de la FSTSE y claro el nuevo hombre fuerte del sindicalismo en la Cuarta Transformación, Napoleón Gómez Urrutia, de los mineros.
¿Cómo lo consiguió? Acaso porque hay expectativas fundadas de que pueden tener un buen sexenio, en particular en el tema de las revisiones salariales.
Los líderes se despidieron rápido. Los meseros bromearon que se fueron porque no se sirvió alcohol, sólo agua de limón o jamaica. ¿Les recordó algo?
Escaño vacío
Sorpresas te da la vida política.
Cuando la reforma educativa de la Cuarta Transformación parecía planchada y todo dependía de una votación de rutina en el Senado, el gozo se fue al pozo.
Morena se quedó a un voto de alcanzar las dos terceras partes requeridas para un cambio constitucional.
Ricardo Monreal y Martí Batres no lo podían creer. Repitieron la votación y comenzaron a buscar a sus correligionarios, que a la hora buena no estuvieron.
Todos los ojos voltearon a ver el escaño vacío del senador Salomón Jara, que andaba por ahí y de pronto desapareció.
El senador oaxaqueño, amigo de la CNTE, habló de un apremio familiar. Jesús Lucía Trasviña y Juan Jiménez, ambos de Morena, y Marcela Mora, del PES, tampoco votaron. ¿Qué apremio habrán tenido?
Nuevos obstáculos
Le aparecieron nuevos obstáculos a la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.
Resulta que el ministro de la Suprema Corte, Alberto Pérez Dayán, anunció que pedirá a sus colegas declararla inconstitucional,
El proyecto, que se discutirá este mes de mayo, tiene como punto central que ningún servidor público gane más que el Presidente, cuyo sueldo asciende a 108 mil pesos. El ministro Pérez habla de errores elementales y auguró que la ley se invalidará en su totalidad.
El equipo del Presidente tiene al menos 15 días para cabildear con todo, de manera que el negro augurio no se cumpla.
No hay que perder de vista que entre los principales afectados, si la ley prospera, están los ministros de la Suprema Corte, acostumbrados a ganar mucho más que los 108 mil pesos.