La noche del martes reciente, la Cámara de Diputados nombró a Jesús George Zamora como titular del Órgano Interno de Control del Instituto Nacional Electoral, con 378 votos a favor, dos en contra y 13 abstenciones.
Ya no sorprende el apoyo lacayuno de la oposición a una propuesta de la mayoritaria bancada de Morena para buscar asediar el desempeño de funcionarios aferrados a la defensa de la autonomía de la institución clave de la democracia.
Zamora comenzó a trepar cargos públicos como asesor del grupo parlamentario del PRD apoyando en 2005 a Horacio Duarte, hoy subsecretario del Trabajo (ex representante ante el INE por ese partido y luego por Morena), contra el desafuero de Andrés Manuel López Obrador. En 2008, cuando los puestos eran “cuotas” de los partidos, con el cobijo perredista y del grupo político de Duarte e Higinio Martínez (senador morenista) escaló a la Dirección de Organización del Instituto Electoral del Estado de México.
Cuando la reforma de 2014 puso fin a esa sucia práctica, Zamora perdió el hueso.
En 2015 y 2017 intentó ser consejero electoral del IEEM, pero no tuvo el perfil idóneo por su probada cercanía con una fuerza política: Morena.
Sin embargo, pudo colarse en el INE como “asesor” del consejero José Roberto Ruiz Saldaña (ligado a Sergio Gutiérrez Luna, quien fue su jefe en el gobierno de Sonora con Guillermo Padrés), hoy diputado federal morenista (cargo al que llegó como suplente de Duarte). El asesor de Ruiz Saldaña jamás realizó algo verificable a favor del instituto pero, eso sí, entre octubre de 2017 y enero de 2019 cobró un sueldo mensual bruto de 83 mil 228 pesos.
Canija suerte, ¿verdad?: el mismo día en que Zamora fue nombrado contralor del INE, Gutiérrez Luna fue designado coordinador del grupo de la Cámara de Diputados encargado de elaborar... la próxima reforma electoral.
Es así como la gente de Horacio Duarte y su avasallante partido se hacen de cargos relevantes para el asalto al INE.
Además de lo preocupante que es la cercanía de Zamora con Morena, bochornoso y grotesco resulta que no cuenta con los requisitos legales para ser contralor: la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (artículo 458) exige: “Contar al momento de su designación con experiencia profesional de al menos cinco años en el control, manejo o fiscalización de recursos”. En el currículum vitae que el propio Zamora hizo público en el portal de transparencia del INE, cuando pretendió ser consejero electoral, consta que carece de la experiencia prevista: fue siete años director de Organización Electoral, pero ni ha fiscalizado recursos ni tenido responsabilidades de control presupuestal.
La concentración de poder es la más palpable característica de la cuarta transformación.
Ministros en la Suprema Corte, camaradas en la Comisión Reguladora de Energía, contralor en el INE: Morena va por el control de todo.