Tras anunciar la conformación de la Policía Comunitaria Emiliano Zapata Salazar, integrada por 100 pobladores de Ayala, así como por grupos armados del estado de Guerrero, éstos fueron detenidos por elementos del Mando Único y puestos a disposición de las autoridades por portación de arma blanca.
Aseguraron que reciben el apoyo por parte de organizaciones nacionales e internacionales de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de Guerrero, a través de la comandanta Félicitas Martínez, quien ayudará a capacitar a los elementos "porque no tenemos la experiencia para actuar (...); también está el apoyo de la organización de la Unión de Pueblos Indígenas de Guerrero, en la persona de Eusebio García Lino".
Marcelino Mateos dijo que como resultado de la agresión del Frente Popular Revolucionario (FPR), quienes incendiaron sus vehículos y domicilio, "nos vemos forzados a formar esta policía y no quitar el dedo del renglón; resguardaremos la seguridad de la comunidad con 100 hombres y mujeres armados con palos y machetes, y, de ser necesario, con armas de fuego".
Consideraron que si el gobierno hubiera actuado en su momento y parado la violencia en su comunidad, "no hubiera necesidad de conformarnos; vemos que no tiene la intención de querer establecer paz en la comunidad".
Minutos después de hacer el anuncio y posar para la foto con machetes en alto, los integrantes de las guardias comunitarias y sus familias llegaron a los puestos de comida instalados en un costado de Palacio de Gobierno; hasta ahí se apersonaron policías del Mando Único y de la Policía de Investigación Criminal, encabezados por Miguel Ángel Marín, así como de la Policía Vial de Cuernavaca, para detener con abuso de autoridad a 13 de sus integrantes, tres menores de edad; de los cuales, dos son del sexo femenino, así como 10 adultos, quienes, ante la mirada de niños y mujeres, fueron jaloneados para subirlos a las unidades; cabe señalar que se ocuparon cuatro uniformados para detener a cada uno de los integrantes; así, tras un fuerte despliegue de unidades y elementos policiacos, las inmediaciones del centro de Cuernavaca se mantuvieron cerradas por más de 40 minutos que duró la detención de las personas, mientras que su líder, Adeleida Marcelino Mateos, y el ayudante municipal se dieron a la fuga.
Antes de partir, los integrantes de la Policía Comunitaria Emiliano Zapata Salazar responsabilizaron de lo que les pase al gobierno de Graco Ramírez y a los propios diputados locales, al proponer una comisión para evitar la violencia; "uno de ellos fue presidente de Ayala y en su momento supo de los abusos y no hizo nada para evitarla, y sigue siendo cómplice del grupo contrario".