1. Confianza. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, visitó Chihuahua, y aseguró que a finales de este año, las fuerzas policiacas podrán enfrentarse con el crimen organizado. Explicó que a los casi 20 mil elementos federales que hay en el país se les sumarán 50 mil de la Guardia Nacional, más 21 mil nuevos reclutas. Estuvo en Ciudad Juárez, donde la violencia ha incrementado los niveles de homicidios preocupantemente para el gobierno, reconoció: “Juárez entró en clasificación de zona prioritaria. Se asignó en ese momento un estado de fuerza para apoyar a cuerpos federales, estatales y municipales, pero esta fuerza no es todavía suficiente”. La maquinaria está aceitándose; es cuestión de tiempo.
2. Preocupante. La buena noticia de la captura de Adrián Fernández Fernández alias El Pelón, presunto autor material de la masacre del viernes santo en Minatitlán, Veracruz, se convierte en alarmante, pues se trata de un empleado con licencia del Complejo Petroquímico Pajaritos de Pemex, de acuerdo con las autoridades. Según la Fiscalía General, fue capturado sin uso de violencia ni afectación a terceros. Este sujeto, junto con Tomás Alvarado Chávez o Tomás Sánchez Alvarado El Lagarto, presunto jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación, serían responsables de los asesinatos en una fiesta del pasado 19 de abril en la Palapa “Los Potros”. La noche más atroz del año. ¿En manos de quiénes estamos?
3. Olor a muerte. Hay leyendas que nunca cambian y la que define a Tijuana como una de las ciudades más violentas del país, permanece y se afianza. Para corroborar las palabras del presidente López Obrador cuando se refirió a que Tijuana se salió de control, esta frontera vivió en horas recientes otra andanada de violencia, con el asesinato de cinco personas y el hallazgo de una cabeza humana, con lo que el número de muertes violentas durante 2019 asciende a 711. Mientras los criminales se regocijan en la impunidad, en Baja California, el candidato del PRD por Tijuana, Julián Leyzaola, en su campaña se comprometió a investigar al alcalde que busca la reelección en el municipio, Juan Manuel Gastélum.
4. Mano blanda. Para determinar quiénes fueron los responsables de los hechos ocurridos el pasado jueves en el Congreso de Guerrero, “se debe de realizar una investigación”, aseguró el gobernador Héctor Astudillo Flores. Afirmó que este tipo de situaciones no es buena en ningún momento y no ayuda ni al entendimiento ni a mejorar las condiciones. Y precisó que para las próximas protestas de los maestros se deben tomar medidas de precaución. El gobernador llamó a los maestros a respetar la ley. Afirmó que no es la primera vez que sucede algo así, pues Guerrero, desde el 2013, ha sufrido las consecuencias de la Reforma. Ricardo Castillo Peña, diputado local de Morena, dijo que uno de los maestros de la CETEG tenía aliento alcohólico, además de que llevaba el rostro cubierto. La única verdad es que no es la primera vez. El costo del vandalismo magisterial es un insulto.
5. Pulcritud. Arturo Zaldívar, ministro presidente de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal, no ha perdido el tiempo. Aseguró que se aplica una “política de cero tolerancia” a la corrupción dentro del Poder Judicial, por lo que se ha destituido a jueces y magistrados, a quienes se investiga, audita y somete a procesos disciplinarios. Explicó que estas acciones se dan particularmente en el estado de Jalisco, donde se realiza un proceso de renovación o cambio de adscripción del Circuito, donde había denuncias de actos indebidos, con el fin de tener “sangre nueva” en la procuración de justicia. “Desde mi llegada a la presidencia de la Corte hace cuatro meses, dije públicamente que empezaba una política de cero tolerancia, y así ha sido”. Pronto, los jueces de este país estarán del lado correcto. Tienen en Zaldívar un ejemplo de honorabilidad