Algo tan subjetivo como la ética puede objetivarse con el recurso de algo tan preciso como la aritmética. El que desde ayer mantiene en la cárcel a la propietaria del Colegio Rébsamen es un ejemplo excelente: ¿se entregó a la policía o ésta la capturó?
Si se da por hecho lo que afirma la procuradora general de Justicia de la capital, Ernestina Godoy, fue a través de un correo electrónico y gracias a una "denuncia ciudadana", por la que se ofreció una recompensa de cinco millones de pesos, como la autoridad se enteró de que la prófuga desde octubre de 2017 se encontraba en un restaurante de Tlalpan, y pudo realizarse la supuesta detención.
Pero si se da crédito a lo que asegura el abogado Javier Coello Trejo, la propia Mónica García le llamó desde la Jefatura de Gobierno para informarle que acababa de someterse por voluntad propia.
Atenidos a la palabra de una y otro, lo único que queda es la duda: ¿qué pueden ganar la procuradora o el abogado tergiversando el dato sustantivo de que la dueña de la escuela en que fallecieron 19 niños y contra quien había una orden de aprensión por "homicidio culposo" ya está en la cárcel?
Despejar los misterios es cosa de tiempo y... ¡sopas!, es el reloj, precisamente, lo que permite afirmar que la versión de la licenciada Godoy es insostenible, y todo por culpa del canijo Ciro Gómez Leyva, quien a las 10:59 del sábado tuiteó: #ÚltimaHora Mónica García Villegas, directora y dueña del Colegio Rébsamen, se acaba de entregar a las autoridades de Ciudad de México. En unos momentos más información...
Según la procuradora, “a las 10:48 se recibió una denuncia ciudadana que nos indicaba el paradero de Mónica García Villegas, y a las 11:28 fue detenida en un restaurante de calzada de Tlalpan por policías de investigación".
¿Cómo pudo Ciro dar por "entregada" a la señora 29 minutos antes de que fuera "capturada"?
Supongámoslo alambreando los correos de la PGJ y por lo mismo enterado de la electrónica "denuncia ciudadana" 11 minutos antes de que, pasado de lanza y arriesgando su credibilidad, tuiteara que la profesora ya se había entregado, pero esto no corresponde a su perfil.
Peor: a las 11:18 mi compañero Ignacio Alzaga habló con Coello, quien le confirmó la entrega voluntaria, como se comprueba en su nota registrada en milenio.com a las 11:26 de la mañana, dos minutos antes de que, según la procuradora, ocurriera la "detención". Nacho es un gran reportero pero no clarividente.
La versión de la captura, pues, nada más no tiene soporte alguno. Cabe imaginar que a la titular de la PGJ la mal informaron porque, de veras, nada gana con mentir de manera tan evidente.
Como mal, muy mal, hace la institución a su cargo presentando ante juez el caso por "homicidio calificado". Por fortuna quedó lo de "culposo...".
La señora no construyó nada, heredó el inmueble construido con los permisos de ley... y debió entregarse amparada.