QUE dicen que en el gobierno federal se les ha metido la idea de cambiar el nombre a todas las secretarías porque no les gustan las siglas.
Para eliminar el concepto “secretarías”, la SEP se llamará “Educación” y la STPS “Trabajo”, por ejemplo, pero el lío es que cuando tocó el turno a la Semarnat, alguien con poder de decisión propuso nombrarla “¡Madre Tierra!”, a lo que otro antepuso con sensatez dejarla en “Medio Ambiente”.
QUE, por cierto, ya es un hecho que el Presidente no acudirá al G20, pues de plano considera que con o sin él, el canciller Marcelo Ebrard hará un buen papel, sabrá representarlo como se debe y así él no descuida los preparativos para su segundo informe de actividades, cuando se cumpla un año de la elección que le dio el triunfo.
QUE la aprobación fast track de la reforma educativa con el aval de 23 Congresos tiene nombre y apellido: Martí Batres.
Como presidente de la Permanente se dio a la tarea de mandar a su equipo a recoger los documentos oficiales que acreditaran la declaratoria de constitucionalidad, habló con cada presidente legislativo y se le dio seguimiento en cada entidad para traerse la minuta firmada.
QUE ayer mismo por cierto, con la entrada en vigor de la reforma educativa, el INEE dejó de existir tras 17 años de su creación y se transformará en el Centro Nacional para la Revalorización del Magisterio y la Mejora Continua de la Educación. ¡Uf con ese nombre!
La transición ya empezó y lo que ha hecho el instituto que encabezaba la consejera presidenta, Sylvia Schmelkes, es despedir personal y reordenar la información para entregar a las autoridades una plantilla de 580 trabajadores, conformada por administrativos y especialistas en educación. La liquidación de quienes fueron despedidos en enero sigue pendiente.
QUE para evitar mayor confrontación con la jefa de Gobierno de CdMx, Claudia Sheinbaum, su antecesor Miguel Ángel Mancera pintó su raya y se resiste a opinar de la inseguridad y la contingencia ambiental. Las formas legadas por el PRI.