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Autodefensas Vs Mando Único:

La Represión autocrática

Uno de los principales defensores de la filosofía autocrática de “Todo el Poder”, Graco Ramírez, puede quedarse sin Mando Único para seguir reprimiendo a las Autodefensas, a la sociedad organizada que tiene que hacer el trabajo de seguridad que los chambones no cumplen y que, por el contrario, sirven para perseguir a la sociedad a la que incluso el desgobernador quiere arrebatar el derecho a protegerse. Graco aquí quiere dar un golpe al estilo Oaxaca. Es su anhelo para borrar toda oposición.

El Mando Único se despedirá con esta represión, más las que se acumulen en lo que es aprobado en el Congreso de la Unión el Mando Mixto, como todo parece indicar. Pero el problema de fondo sigue siendo el mismo: los cuerpos policíacos hoy sirven para usarlos contra los enemigos del régimen y proteger, sí, pero a la clase gobernante, mientras el pueblo tiene que lidiar con sus abusos y con su ineficacia.

El Estado de Morelos, bajo el desgobierno de Graco, se ha sumado al nada honroso sitial de las entidades federativas en las que la delincuencia, con o sin colusión de las autoridades, manda de todas todas. También se ha sumado a casos en los que la sociedad ha optado por organizarse para defender su vida y patrimonio debido a que los únicos que sí tienen no uno, sino cien policías para que los protejan son Graco y su familia. Y ahora ocupamos el nada honroso sitial de primera entidad en la que el gobierno, en lugar de perseguir a los delincuentes, se ensaña con la sociedad a garrotazos para que se resigne a su perra suerte: ser extorsionados, secuestrados y muertos por el crimen organizado, ante la complacencia o complicidad de la autoridad que tunde a las víctimas en lugar de perseguir criminales.

Queda claro que, en su justificada desesperación, la sociedad, ilegalmente o no, se organizará en autodefensas para protegerse de los dos grandes terrores que enfrenta: al crimen organizado, y a la autoridad que con el Mando Único abusa con los levantones y que ahora incluso, por órdenes del desgobernador, reprime a quienes osan ofrecer resistencia a ambas instancias criminales.

La lucha social por sacudirse a los malos gobiernos y a los delincuentes será larga y tortuosa, porque ya no sabemos distinguir entre ambos, porque de fondo, quizá, ya nos queda claro que son uno mismo.

Esta es la prueba contundente de que entregarle el Mando Único al gobierno por decreto, mediante el chantaje y la amenaza, no era la mejor opción.

¿Y dónde está, otra vez, la Comisión local de Derechos Humanos? ¿Va a justificar la represión del tirano y sus recomendaciones serán para con la sociedad, a fin de que se resigne y pague su cuota semanal por su seguridad?

¿Dónde está el Ejército, que después de la muerte de la ex alcaldesa de Temixco llegó ufano a gastar gasolina paseándose por algunas ciudades de la entidad en tarea disuasiva, porque, que se sepa, no detuvieron a ningún pez gordo y la delincuencia sigue creciendo?

¿Dónde está el gobierno de la República, cuya imagen de por sí carente de credibilidad y por los suelos, se hunde más al tolerar a tiranos represores como Graco, Duarte y compañía?

¿Cuántas represiones más nos aguardan?

¿El gobierno se dedicará a encarcelar ciudadanos honrados y honestos para despejarle el camino a la delincuencia?

Y algo más con lo que hay que tener mucho cuidado:

Con todo y que el Congreso de la Unión cambie de Mando Único a Mando Mixto, ¿qué impide al autócrata amenazar a los alcaldes y reprimir a la sociedad, como ya lo ha hecho, para que siga prevaleciendo en la entidad su control férreo y totalitario de los poderes, del Fiscal, la Comisión local de Derechos Humanos y el garrote para reprimir?

De la escalada de violencia criminal de las organizaciones de delincuentes mucho hace dimos un salto enorme a la violencia gubernamental contra los sectores sociales: casas de líderes campesinos baleadas, persecución de líderes sociales, la pistola en la cabeza o la cárcel a los alcaldes si no ceden a las pretensiones del tirano.

Hay dos frentes de criminalidad abiertos en Morelos: el de los delincuentes organizados y el del gobierno.

Lo que los desgobernantes no están viendo es que a la lista de rebeldía social se van sumando lo mismo Guerrero, Michoacán, Chiapas y ahora Morelos, entre muchos otros. Y la respuesta es la represión.

Gobernantes de los tres órdenes por supuesto que se percatan de que tienen en su contra a la sociedad, maestros, campesinos, autodefensas, empresarios, clero y a todos. Pero sólo han reaccionado con el endurecimiento del régimen, en lugar de atender sus demandas.

México y ahora Morelos entran en una nueva era de explotación, crimen y represión. No veo a los tiranos con intención de rectificar.

¿Sigue el “México Bronco”?

 

 

 

 

 

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