Por todo lo que está ocurriendo, no de ahora sino desde antes de la elección del primero de julio entre los consejeros del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana, hay una alerta, es ya un foco rojo porque incluso, se pone cada día el riesgo la estabilidad institucionalidad del IMPEPAC. Lo que sucede en el órgano electoral no es cosa menor. Los enfrentamientos constantes y permanentes evidencian una severa violencia política, que se da en su interior y que peor aún, amenaza con extenderse.
TODOS CONTRA TODOS.- Los siete consejeros electorales, hombres y mujeres, todos sin excepción, hasta el cansancio han mostrado sus rencores, fobias, traumas, envidias, e intereses políticos y hasta económicos en detrimento de una institución que antes tenía un prestigio bien ganado pero que hoy, da lástima, tristeza porque todos ellos, la han llevado a un impresionante desprestigio y lo peor, es que no les interesa. Por ello, cada vez esfuerzan por destrozarle su poca credibilidad que tiene y ellos mismos refuerzan la hipótesis de prescindir de este tipo de instituciones que sí representan muchos millones de pesos al pueblo y que, para muchos, solo medio sirve durante los procesos electorales que son cada tres años.
Hoy, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene claro todo lo que está sucediendo en el IMPEPAC en Morelos, donde poco importan los electores, el recurso millonario que siempre es insuficiente –casi todo se va en salarios- y el pésimo trabajo que han venido desempeñando sus representantes quienes siempre se la pasan acusándose, señalándose y enfrentándose por cualquier bobería. Es triste, denigrante y ofensivo ver las sesiones públicas en las que jamás se ponen de acuerdo en nada. Los consejeros y consejeras han evidenciado que poco o nada les importa el qué dirán, quién lo dice. Quizá solo han tenido suerte y pese a los coscorrones y jalones de orejas que les dieron antes, durante y después de las elecciones del año pasado en la Ciudad de México, en las instalaciones del INE, han hecho caso omiso a las recomendaciones y hoy siguen enfrascados en su mundito, en su círculo, en su burbuja de jabón. Empero, en cualquier momento les llegará su día, su fecha y será entonces cuando estarán recordando que llegaron a este órgano electoral para fortalecerlo, para blindarlo, profesionalizarlo y consolidarlo. Lástima que todo eso se quedó en buenos deseos y sea en la actualidad una dependencias de las tantas que hay y que para muchos, ya no tiene sentido su permanencia por el presupuesto financiero que representa y en época de austeridad, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, tendría que voltear a ver a todos los Organismos Públicos Locales (OPLES) e iniciar una limpia, porque seguro que todo lo que sucede en el IMPEPAC en Morelos es un reflejo de lo que pasa en las diferentes entidades del país. La petición es que revise si no están haciendo doble función y con tantos problemas internos, pongan en riesgo la estabilidad del órgano electoral.
SE FUE HERTINO AVILÉS ALVABERA.- Mientras los consejeros electorales se atacan todos contra todos y siguen percibiendo sus 70 mil pesos mensuales sin problema alguno, siguen intensificando ese enrarecimiento del ambiente político que se olía y sentía durante todo el pasado proceso electoral.
Es importante destacar que dentro de ese lodazal y ring político en que han convertido al IMPEPAC, había –hay otros más- un hombre valioso, talentoso, preparado y especialista en temas electorales como lo es el doctor Hertino Avilés Albavera, quien por motivos personales dejó la Secretaría Ejecutiva. En su lugar, designaron al director de Capacitación, Juan Antonio Valdez. Sin embargo, poco les importa a los consejeros dejar acéfala un área tan importante pero ya ha sido algo cíclico con los actuales consejeros quiénes ponen en riesgo el trabajo del órgano electoral con tal de lograr sus objetivos. Hasta el momento no ha sido designado a un secretario Ejecutivo de forma definitiva.
Dentro del Consejo Estatal Electoral no hay deliberación y sí por el contrario, imposiciones. Pareciera un juego de play station el que tienen los consejeros, pero por cobrar un sueldo de 70 mil pesos mensuales más viáticos, tener con un auto a su disposición, auxiliares, secretarias y chóferes no es cosa menor. Y es que si todo esto lo hicieron en plena campaña porque no ahora. Y de no haber sido por “San Andrés López Obrador”, quién provocó su voto en cascada en Morelos para que los candidatos de “Juntos Haremos Historia” hayan ganado de calle, y lograron evitar las denuncias post electorales que se avecinaban y más, cuando estos mismos personajes, trataron como “esclavos” al personal a los que exigieron, presionaron y obligaron a trabajar de forma inhumana hasta 15, 16 y más horas diarias bajo el argumento de no contar con presupuesto para contratar a más personal.
Hoy en día, los consejeros están metidos en un problema severo en razón de que sus pleitos de comadres y de viejas de vecindad, están llevando a lo peor al IMPEPAC. Ya sabemos que poco les importan sus pleitos baratos a las peticiones de las 35 asociaciones que buscan constituirse en partidos políticos de nueva creación. Aquí la pregunta es: ¿Cómo van a juzgarlos? Dentro del órgano electoral solo hay botín y un ejemplo de ello, es que ya están buscando la Comisión de Organización, y en este punto se señala con insistencia a Javier Arias. Es decir, en Morelos “no hay democracia en la casa de la democracia”.
VIOLENCIA POLÍTICA.- Previo a las elecciones pasadas, las y los consejeros hicieron diversos llamados a los candidatos y partidos políticos a evitar la violencia a través de los que desde una posición de poder ponen en peligro a los ciudadanos. Sin embargo, es incongruente que hoy sean ellos quienes provoquen esta violencia política al interior del órgano electoral y de lo cual, tiene ya conocimiento María del Refugio García López, Vocal Ejecutiva de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral, así como las autoridades centrales del INE en México. Algo se tiene que hacer, poner orden y evitar quizá una tragedia dentro de lo que queda del IMPEPAC.
En el caso de las solicitudes de las asociaciones para constituirse en partidos, cómo los consejeros divididos van a poder juzgar los procedimientos legales y con una evidente falta de profesionalismo, por lo que existe la amenaza latente y argumentativa de que no se califiquen de manera objetiva y por el contrario, se trabajen de manera parcial en detrimento de la vida política del estado.
Tal parece se están peleando el control político del IMPEPAC pero además, también el manejo de los dineros por lo que hoy en día, este instituto político no tiene ni pies ni cabeza, muchos menos objetividad y todo esto repercutirá en el próximo proceso electoral de continuar con estas aberraciones. La violencia en su interior está a su máxima capacidad y de ello dan constancias las sesiones públicas en las que han participado cual si fuera chismes de vecindad.
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