Menor creación de empleos, pero más salarios
El empleo en México tiene un cuadro complejo y está reflejando tanto la coyuntura económica como los cambios en la legislación y en la dinámica sindical.
Permítame presentarle algunos datos de sus tendencias y luego algunas ideas de lo que representan:
1-El sábado pasado por la noche, inusualmente tarde en el mes, se dio a conocer la estadística de la creación de empleos formales en abril. La tasa anual de crecimiento del número total de trabajadores asegurados fue de 2.5 por ciento, la más baja desde 2009, y que es consistente con una economía que creció solo 0.2 por ciento, también la tasa más baja desde 2009.
2-Aunque bajó el ritmo de creación de empleos, en el conjunto del país, no hubo caída del empleo sino del ritmo de su generación. Se trató de 30 mil 419 puestos adicionales netos. Si consideramos los primeros cuatro meses del año, para quitar el efecto estacional de la Semana Santa, los nuevos empleos suman 299 mil 562, una cifra 34.2 por ciento inferior a la del mismo periodo de 2018.
3-Si no consideramos exclusivamente a los trabajadores asalariados afiliados al IMSS, sino a todos los ocupados, que suman 54.15 millones de personas, la cifra al mes de marzo es parecida a la del sector formal, pues la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo reporta un crecimiento de 2.4 por ciento anual en la población ocupada, pero 1.7 por ciento en el crecimiento del número de asalariados, trátese o no del sector formal.
4-La tasa de desocupación en México sigue en niveles relativamente bajos, apenas del 3.4 por ciento de la población económicamente activa. Sin embargo, la tasa de condiciones críticas de ocupación que reporta salarios bajos, jornadas, o muy largas o con menos horas que las deseadas, se disparó en el primer trimestre a 19 por ciento de la población ocupada, la cifra más alta desde que se calcula este indicador, lo que refleja precarización del empleo.
5-Sin embargo, los datos anteriores contrastan con la evolución del salario real de los trabajadores del sector formal. El dato más reciente corresponde a marzo y asciende a 372.83 pesos al día, un equivalente de 11 mil 184 pesos al mes. Esta cifra implica un crecimiento anual nominal de 6.7 por ciento, lo que representa un crecimiento de 2.6 por ciento en términos reales, una de las cifras más elevadas desde el sexenio de Fox.
No lo canso con más cifras.
Uno pensaría que en una economía en la que la disponibilidad de puestos de trabajo crece menos que en el pasado, se debería observar un crecimiento más lento o incluso un decrecimiento de los salarios reales. Pero resulta que sucede lo contrario.
Además, hay un hecho inédito. Al empleo formal habría que sumar 281 mil 989 personas que al final de abril ya formaban parte del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que probablemente han incidido en la dinámica del empleo total.
Pero, las estadísticas también arrojan indicios de un mayor empleo precario.
En suma, aunque la menor actividad económica se refleja en una pérdida de dinamismo del empleo, tenemos un mercado laboral que también apunta a otras tendencias en ciertos segmentos.
De hecho, la masa salarial real, hasta marzo, crecía a un ritmo de 5.5 por ciento anual, resultado del 2.8 por ciento del crecimiento del empleo formal y de 2.7 por ciento del poder adquisitivo.
Tendremos que esperar los indicadores de los siguientes meses para ver con más claridad hacia dónde apunta el complejo mercado laboral que tenemos.