1. El relevo oportuno. No pasaron sino horas para que se designara al nuevo titular del IMSS, Zoé Robledo. Hay muchos funcionarios capaces en México, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la salida abrupta de Germán Martínez. Robledo es parte de una dinastía que ha participado en la política mexicana en el último medio siglo y hoy toca a Zoé dirigir las riendas del instituto de salud más grande de América Latina. Sin tiempo que perder, se reunió de urgencia con Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, para volver al camino y garantizar el derecho de los mexicanos a un sistema de salud de calidad. No fue sacado de la chistera. Es un político progresista que en su primer día en el nuevo cargo logró coincidencias favorables con Hacienda para beneficio de los derechohabientes. Que nadie lo dude, estará a la altura del compromiso.
2. Puntos y comas. Después de la renuncia de Germán Martínez al IMSS, que vino a sacudir la transformación, y la llegada de Zoé Robledo, la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados pidió que Carlos Urzúa dé a conocer los detalles de los recortes al sector. Miroslava Sánchez, presidenta de la comisión, citó a Urzúa con calidad de urgente, así como a la subsecretaria de Egresos, Victoria Rodríguez Ceja, y a Raquel Buenrostro, oficial mayor de Hacienda, funcionarios con los que habría “chocado” Martínez. “Lo que más nos interesa es saber exactamente cómo es que la salud de los mexicanos se garantiza desde el punto de vista presupuestal”, precisó la diputada de Morena. Más urgente es saber el fondo real del problema. Y cortar por lo sano. Con la salud no se juega.
3. ¡Arrancan! Una de las exigencias sociales que más se han escuchado desde el primero de diciembre pasado es la de encontrar a quienes en el pasado hicieron mal uso de sus cargos y, hasta ahora, no se había generado una noticia como ésta: la Secretaría de la Función Pública inhabilitó por 10 años a Emilio Lozoya, exdirector general de Pemex, por supuestas irregularidades en la adquisición de una empresa de fertilizantes. La SFP anunció la inhabilitación de dos funcionarios de alto nivel de Pemex por la compra de Fertinal en una operación muy cuestionada. La primera sacudida al árbol de la corrupción ya arrojó los primeros frutos. Para los que aún no lo creen, esto va en serio. Y aún no hablamos de Odebrecht.
4. Amigazo. Nadie puede decir que Jaime Rodríguez, gobernador de Nuevo León, no es un funcionario agradecido. Hay molestia entre los regiomontanos, pues se supo que el abogado David Mauricio Treviño Rivera, quien fue uno de sus asesores legales durante la campaña, y su familia, gozan de puestos directivos y con ingresos que van desde los 23 mil hasta los 60 mil pesos, con cargo al dinero público. Treviño Rivera es coordinador de Relaciones Públicas y Protocolo en el Palacio de Gobierno, mientras que su esposa, papá y hermana prestan servicios a la administración de Rodríguez Calderón en distintas áreas; sí, un caso de nepotismo. Lo peor es que se tuvieron que enterar gracias a una página de transparencia. ¿Así El Bronco quería presidir el país? Vaya, vaya.
5. Obstáculos. Dos nuevas impugnaciones contra la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, presentadas por una minoría del Senado y por la CNDH, fueron admitidas a trámite en la SCJN. La ministra Yasmín Esquivel, sin conceder la suspensión, dio entrada a las dos nuevas acciones de inconstitucionalidad contra las reformas a la legislación que establece que ningún funcionario puede obtener un salario superior al del Presidente. Pero los inconformes ahí se quedarán, pues tanto en controversias constitucionales, cuando se impugnan normas generales, como en acciones de inconstitucionalidad, no hay posibilidad jurídica de conceder la suspensión de la legislación, como habían solicitado los senadores. Ya, supérenlo, estamos en 2019 y estas son las reglas. Ya.