Estancados pero desiguales
La economía mexicana se estancó en los primeros tres meses de este año.
Las cifras del INEGI indican un crecimiento de 0.1 por ciento a tasa anual y una caída de -0.2 por ciento a tasa trimestral.
Pero detrás de los grandes promedios macroeconómicos hay profundas diferencias que conviene subrayar.
Le describo brevemente parte del mosaico de la economía nacional.
1-El contraste más evidente corresponde a la diferencia entre las actividades agropecuarias frente a la minería y la construcción. Mientras que el sector agropecuario tuvo un crecimiento de 5.6 por ciento, la minería se desplomó en -7.6 por ciento y la construcción retrocedió en -2.6 por ciento. En el caso del sector agropecuario, el segmento más exitoso es el exportador. En abril sus exportaciones crecieron 14.5 por ciento, perfilando un desempeño excelente para este año.
2-En el caso de la construcción, aunque el promedio fue de -2.6 por ciento para el trimestre, la cifra de marzo reporta un retroceso de -5.8 por ciento. Y, en particular es la edificación, que es el segmento más importante, el que registra la peor caída, con -7.1 por ciento para marzo. La encuesta que realiza el INEGI entre constructoras reporta una pérdida de 24 mil 842 empleos en los 12 meses que antecedieron a marzo, lo que implica una caída de -4.6 por ciento en el empleo de este sector.
3-Aunque la manufactura no se salvó del freno y decreció en -0.1 por ciento en el primer trimestre del año, hay indicios de que en el segundo trimestre las cosas empiecen a mejorar en este sector. Las exportaciones manufactureras del mes de abril crecieron en 7.8 por ciento luego de malos resultados en marzo, tanto del sector del automóvil como de otros ramos. El freno de la primera parte del año fue influido por lentitud del comercio fronterizo y los bloqueos ferroviarios, que impidieron el abasto normal de cadenas de valor.
4-En el comercio minorista, las cosas no estuvieron bien y se registró una caída de -1.5 por ciento en las ventas totales, de la que no se escaparon las tiendas de autoservicio, con un retroceso de -0.4 por ciento o las departamentales, que cayeron -0.9 por ciento. Pero en el otro extremo estuvieron las ventas en línea, que de acuerdo con el INEGI, en el mes de marzo crecieron en 41.6 por ciento y se están convirtiendo en el segmento de más rápido crecimiento, que va a revolucionar al comercio minorista en México. Otro segmento al que no le fue nada mal fue a quienes venden motocicletas, cuyas ventas crecieron en 17.4 por ciento en marzo.
5-Los contrastes también ocurren a escala geográfica. En el mes de marzo, el comercio minorista creció 14.3 por ciento en Baja California, lo hizo en 4.5 por ciento en Yucatán y 4.7 por ciento en Quintana Roo. Y, en contraste, cayó a -6.4 por ciento en Chihuahua; -1.3 por ciento en la CDMX; -1.7 por ciento en el Estado de México y -0.6 por ciento en Nuevo León, por referir algunas de las grandes economías que retrocedieron.
El país sigue lleno de contrastes que no siempre se aprecian cuando solo se ven las cifras globales.
En el gran promedio estamos estancados, pero la realidad es que son pocos quienes están en esa condición. Muchos van claramente para abajo, pero todavía hay sectores y regiones que tienen un alto dinamismo. Ojalá cada vez sean más.