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EN TERCERA PERSONA

La 4T: captura y avasallamiento

27/05/2019
02:25

Subieron el tuit a las 11:30 del pasado 25 de mayo desde la cuenta del programa La Maroma Estelar. Decía:

“Los Comentócratas llegan a #LaMaromaEstelar. Nos acompaña la whitemexican Madame Didí para presentar su libro: I’m also the folk. Un libro que promete más risas que cuando confundes a Richard Gere con Ruiz Esparza. No te la pierdas el domingo a las 22 hrs”.

Seguía una imitación de la analista Denise Dresser. Una imitación feroz, completamente violenta y misógina.

Ninguna figura pública está a salvo de que la parodien, desde luego. La parodia suele ser consecuencia de determinados niveles de exposición. El problema es que esta vez vino desde un programa de Canal Once: el que que conduce Hernán Gómez, conocido propagandista del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Es decir, la parodia vino desde un medio público, financiado con recursos del Estado, y se dirigió a hacer escarnio de una académica y escritora que ha criticado y cuestionado puntualmente los excesos, las mentiras, las contradicciones, las arbitrariedades, las incongruencias, los tropezones, los no pocos errores desplegados en estos meses por el gobierno de AMLO.

Se trató de una grave equivocación (si es que fue una equivocación). El Once no solo pasó por alto la obligación que tiene, como televisión pública, de celar el nivel de sus contenidos: ignoró o quiso ignorar lo que significa denostar a alguien desde un medio del Estado.

Ayer, en un nuevo tuit subido a las 17:44, La Maroma Estelar anunció: “@MarthaTagle acaba de ganarse la distinguida posición de ser el segundo personaje que más material ofrece a #LaMaromaEstelar para una próxima parodia. Gracias por participar y por la publicidad. Sígannos hoy a las 22 hrs por @CanalOnceTv”.

La amenaza era ahora parodiar a una legisladora. Y sí. Adivinó usted: da la casualidad de que esa legisladora milita en la oposición (Movimiento Ciudadano).

Hagamos el experimento de poner lo anterior junto a esto:

Tres días antes de la parodia a Denise Dresser, el 21 de mayo, en el programa John&Sabina, que se transmite también por Canal Once, y que conducen John Ackermann —otro de los propagandistas de AMLO y esposo, por lo demás, de la actual secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval—, así como la dramaturga Sabina Berman, se entrevista largamente a la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, titular del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional Memoria Histórica y Cultural de México, y a su vez, esposa del presidente López Obrador.

En la misma semana se filtró por fin la llamada “lista de periodistas chayoteros” que habrían recibido pagos millonarios del gobierno de Enrique Peña Nieto, y de cuya existencia había hablado López Obrador en días anteriores. Cuando la lista apareció, el presidente, “bajo palabra de decir verdad”, negó haberla entregado al periódico Reforma, aunque deslizó que los columnistas, periodistas y medios que aparecían en ella no solo recurrieron al gobierno en busca de publicidad, sino para “otros negocios”. “Nosotros no dimos información de los nombres de quienes reciben o recibían estos apoyos para trabajos informativos, esto tuvo que ver con otras dependencias”, aseguró.

Reforma sostuvo que aquello era falso y que la lista había sido entregada por la Oficina de la Presidencia.

La lista no incluía otras cosas que pagos por contratos de publicidad a empresas y portales informativos —entre ellos, por cierto, Animal Político, que propinó golpes periodísticos demoledores al gobierno de Peña Nieto. Los 36 periodistas mencionados tienen la particularidad de ser críticos del gobierno de AMLO. Algunos de ellos respondieron que la filtración era parte de una estrategia para desacreditarlos e intentaron demostrar que la compra de publicidad no había afectado sus líneas editoriales.

No dudo que algunos de ellos sí la hayan comprometido. El asunto es que la lista no lo prueba y el enlodamiento fue parejo.

¿Cómo se ve todo junto? No lo sé. Diría que como una estrategia de captura y utilización de los medios públicos con fines de propaganda, y de avasallamiento, de aplastamiento de las voces críticas. Nada bueno, pues.

 

Ámbito: 
Nacional