En diversas estaciones de servicio, los enviados de la dependencia han sido recibidos a punta de pistola, entre agresiones y amenazas; en al menos cinco casos, los han levantado “hasta por cuatro horas”, cuenta.
Los episodios violentos se han concentrado en Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa.
“Se los llevan para pasearlos y decirles: en este municipio o en este estado, no se verifican las gasolineras”.
De este perfil policial, del acoso delincuencial y de la simulación durante el sexenio pasado en verificaciones, habla en entrevista con Crónica.
Lo encontramos escudriñando entre artesanías —se dio permiso a un artesano de montar su puesto en la planta baja del edificio institucional.
“La Profeco viene de un mal momento, en especial por tanto cambio de titular: hubo seis en el sexenio pasado, cinco nombrados y una persona con dos interinatos, eso generó mucha inestabilidad”.
—¿Y qué brazos corruptores ha encontrado? —ya en su oficina.
—Durante el periodo de transición recibí múltiples quejas, enfocadas al área de verificación y particularmente de combustibles. Me pareció ocioso investigar uno por uno, mejor los barrí a todos; fue fácil, porque ninguno tenía más de dos años. No se perdía ningún acervo de experiencia, ¿para qué “le buscaba chichis a la culebra”?
—¿Por qué es un área tan vulnerable a la corrupción?
—Había muchas verificaciones de gabinete, sin viáticos ni nada. ¿A poco pagaban de su bolsa los traslados a diversos puntos del país para realizar verificaciones? Reportaban en un mes cientos de visitas, pero administrativamente no había correspondencia en viáticos. O descubrieron la máquina del viaje a las estrellas o tenían pacto divino para la omnipresencia o eran simples gabinetazos, trámites hechos en el escritorio, a cambio no sé de qué. Y de esto ya dimos vista a la Secretaría de la Función Pública, para que investigue.
—Se quedó vacío el departamento, ¿y a quién contrató?
—Busqué personas que hubieran estado en contacto con el tema de seguridad, o de fiscalización, que no se asustaran si alguien les ponía un arma de fuego, porque ha sido evidente, con el tema del huachicol, que el de los combustibles es un negocio vinculado con la delincuencia organizada. Si no tienes personas con un perfil policial, no te duran.
—¿Hacían labores policiacas?
—Sí, me traje a mis excomandantes de cuando fui presidente municipal en León, son gente de confianza con antecedentes netamente policiales, que han pasado las pruebas de control de confianza y las tenían vigentes, porque en Profeco esos exámenes no están instituidos, aunque los hemos repetido. La mayoría son de este perfil.
—¿Cuántos?
—Unas cuantas docenas…
—¿Por qué la estrategia de ocultar el número?
—Porque me van a medir; es que estás hablando de un negocio donde está metido el crimen organizado, no con todos, pero está ahí dentro: se robaban 80 mil barriles diarios, se siguen robando 4 mil, te enfrentas a algo grueso. No puedo ser ingenuo, no les voy a decir cuántos son, quiénes son, dónde viven, al contrario, la idea es ocultar el músculo.
—¿Y cómo saben los gasolineros o gaseros que es un verificador auténtico?
—En su credencial traen código QR, y te referencia a la página de Profeco, para que no vayan vivales “a comer venado en viernes santo”. En unas semanas más, al momento de verificar, se podrá ver en el sitio web si están asignados a esa gasolinera, para evitar abusos. Pero sí, en el mercado no hay respeto a la ley, es inmaduro, permeado por la delincuencia.
—Por eso la pericia en armas…
—Aunque todos los verificadores tienen la instrucción de no ponerse bravos, porque sólo van armados con el valor que les enseñaron sus padres; si los verificados se ponen al brinco, hay que decirles: “muchas gracias, ya me voy”; se levanta el acta y se hacen acreedores a una multa de 800 mil pesos. Y si persisten, vamos a los siguientes pasos legales: la próxima visita es con fuerza pública y, la tercera, ya puede Pemex impedirles dar el servicio, a través de la Comisión Reguladora de Energía.
Ricardo ha sido de los funcionarios más activos de la administración lopezobradorista: cada arranque de semana se encarga de ventilar atropellos de gasolineros y gaseros. Su estilo desenfadado pareciera más apegado al norteño, inclinado a las frases chuscas, aunque es del Bajío.
Uno de los principales hallazgos ha sido este software para manipular a distancia —desde oficina o celular— el suministro, y entregar litros incompletos, el cual ya se refirió aquí, en otro reportaje.
“Se nos hacía sospechoso que, cuando revisamos una gasolinera, siempre le atinamos a la única bomba que está mal y, el resto, bien; hasta pensé en mandar a mis verificadores a Las Vegas, porque le atinaban a todo. Olía a gato encerrado”.
—¿Y ahora?
—Empezaremos a verificar todas las bombas al mismo tiempo, sin avisarles.
—¿No habrá problema de falta de personal, por mandar a 8 o 10 verificadores a una misma gasolinera?
—No, sólo me organizaré de otro modo, en lugar de enviar uno o dos, los mandaré juntos, acabarán más pronto. Además, tengo la facultad de habilitar más verificadores, funcionarios con cargas bajas de trabajo, pero ya no habrá más engaños…
PARTO DE VENADO. “Desde chavillo, leía la Revista del Consumidor y ahí me enseñé a hacer alfeñiques”, dice Sheffield sobre su interés de tiempo atrás por la macroeconomía del país. Su primer caso como abogado fue una audiencia en Profeco. Sobre el por qué lo eligió AMLO para la dependencia, responde: “No me dijo, pero me he sentido cómodo”.
El lunes 9 de julio de 2018, ocho días después de la elección, ya sabía sobre su designación como procurador. “Cuando fui edil de León dije que mi administración sería como parto de venado, porque los venados nacen parados y a los minutos ya están corriendo, y cuando el Presidente me llamó tan pronto, pensé: a este señor también le gustan estos partos”. También fue diputado federal por el PAN, y candidato al gobierno de Guanajuato, ya respaldado por Morena.