Senadores republicanos enviaron mensaje a Trump de que no apoyarán su plan para imponer aranceles a México por no frenar migración ilegal.
Senadores republicanos enviaron ayer un claro mensaje a Trump de que no apoyarán su plan para imponer aranceles a México por no frenar la migración ilegal.
Los legisladores salieron enojados de una comida con funcionarios de la Casa Blanca quienes no les pudieron explicar con claridad cuáles serían las bases legales con la que sustentará la imposición de aranceles.
“No hay ninguna razón para que los granjeros, ganaderos, fabricantes y pequeñas empresas de Texas paguen el precio de nuevos impuestos masivos”, dijo el senador por Texas, Ted Cruz.
Texas sería uno de los estados más afectados por los aranceles a productos mexicanos, seguido de Michigan, California, Illinois y Ohio, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
“Estamos apuntando una pistola a nuestras cabezas”, dijo John Cornyn, también de Texas, citado por The New York Times.
En Londres, Trump dijo por la mañana que no pensaba que los republicanos fueran a oponerse a su plan. “Si lo hacen sería algo tonto”, afirmó.
En la comida, los funcionarios de la Casa Blanca no pudieron explicar si era necesario emitir una nueva Declaración de Emergencia para aplicar los aranceles.
“La forma como lo explicaron es que aún están trabajando sobre los detalles de todo esto”, dijo a reporteros en el Capitolio el Senador por Dakota del Norte, Mike Rounds, luego de la reunión con el número dos de la consejería jurídica de la Casa Blanca, Pat Philbin.
Confiando en que la reunión de hoy entre la delegación encabezada por el Canciller Marcelo Ebrard y el vicepresidente de EU, Mike Pence, logren un acuerdo en control migratorio —que disipe el fantasma del arancel— los republicanos, sin embargo, debaten posibles escenarios hacia adelante.
Uno de ellos es lograr una minoría simple para rechazar una nueva Declaración de Emergencia.
Con información de José Díaz Briseño