En 22 años, reformas al SAR se orientaron a mejorar condiciones del negocio de las Afores sin tomar en cuenta el beneficio de trabajadores.
Hasta el momento, no se ha planteado una reforma para aumentar la aportación obligatoria a las Afores, una de las más bajas del mundo.
Las Afores manejan 3.5 billones de pesos, equivalentes a 15 por ciento del PIB, pero sus rendimientos reales son insuficientes para asegurar una pensión para todos.
"Comenzamos invirtiendo en instrumentos gubernamentales. Poco a poco se fue abriendo a la bolsa, a instrumentos de acciones, de empresas, después a instrumentos estructurados como las Fibras, los CKD's, derivados", detalló.
La última reforma, que se encuentra a la espera de la aprobación del Senado, fue una de las primeras acciones de la actual Administración y es el más reciente ejemplo de ajustes que no solucionan el problema de ahorro para el retiro, pero si dan más libertad al régimen de inversiones.
Aún incentivando la sofisticación del manejo de los activos y el rendimiento, bajo el esquema actual lo que los ahorradores obtendrán en su retiro es insuficiente mientras no se hagan ajustes mayores al sistema de aportaciones.
"Las modificaciones propuestas al SAR en 2019 se enfocan en aumentar los rendimientos de los ahorros de los trabajadores, sin atacar el problema de fondo, que es el bajo ahorro que se invierte para generarlos", señala el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Los que si han avanzado son los ingresos por comisiones, los cuales registraron un crecimiento de 4.9 por ciento real anual en 2018, al sumar 32 mil 100 millones de pesos.
El expertise de las administradoras también muestra avances.
En 2017 tres Afores —Sura, Citibanamex y Profuturo— obtuvieron una clasificación Bronce según Morningstar, que indica que los fondos tienen ventajas que superan sus desventajas.
Para el siguiente año, Sura logró avanzar a una clasificación Plata, que indica altas posibilidades de que supere sus referencias de rendimiento.
Pese a la urgencia de incentivar un mayor ahorro para asegurar mejores condiciones en la edad de retiro, la gran reforma al sistema no se planteará sino hasta la segunda mitad del sexenio.
"Nosotros quisiéramos movernos muy rápido, pero los tiempos que nos ha marcado el Secretario de Hacienda y el Presidente es que dicha reforma tendría lugar en la segunda parte de su administración, no antes, tenemos que respetar la instrucción", declaró Abraham Vela, presidente de la Consar.
"Le hemos dado al trabajador un rendimiento de más de 5 puntos por arriba de la inflación en promedio cada año. El balance es bueno, pero no quiere decir que no hay formas de seguir avanzando", dijo Carlos Noriega, titular de la Unidad de Pensiones, Seguros y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda.
Con la gran reforma de pensiones, que incluso buscará homologar los distintos esquemas de retiro que hay en los estados y en las universidades, y que representan un alto costo para el erario, se pretende elevar la aportación obligatoria a las cuentas de Afore, que es sólo de 6.5 por ciento cuando el estándar mundial es 15 por ciento.
"Quizá no todo el mundo tiene presente que la reforma urge ya, que no podemos dejarla pendiente más tiempo, sobre todo porque implica cambios para gente que ya se va a retirar en un par de años. Creo que es algo que se tiene que evaluar y adelantar ese proceso", insistió González de la Amafore.