QUE a punto de despegar a Los Cabos, el viernes pasado, Andrés Manuel López Obrador fue claro con su canciller, Marcelo Ebrard, en que no podía aceptar que México sea “tercer país seguro” si no se exploraba antes la propuesta de desarrollo en Centroamérica, pero le dio luz verde para comprometerse en la mejora de los filtros de ingreso, el registro de migrantes y el compromiso de darles alojamiento, así como el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur y la disposición a comunicarse con Donald Trump al término de las negociaciones, como ocurrió.
Por cierto, en Palacio Nacional ya comenzó el cambio en la logística para acceso de visitantes porque todo apunta a que el Presidente sí se mudará a vivir ahí pronto.
QUE el salvadoreño Nayib Bukele, en papel de jugador con la camiseta número 10, bajó con elegancia el balón que le lanzó Consulta Mitofsky, al ponerlo como “el presidente mejor evaluado del mundo”, desplazando al mandatario mexicano de ese sitio, a partir del cruce de varias encuestas.
“Pues yo he aprendido mucho de @lopezobrador_, así que le cedo mi lugar”, publicó en Twitter con una foto en la que aparecen ambos, aludiendo a la clasificación en la que figuran también en el top 5 el portugués Marcelo Rebelo de Sousa, el ruso Vladímir Putin, AMLO y el dominicano Danilo Medina.
Por lo visto no hay hard feelings con el ajuste gringo-mexicano a la política migratoria con Centroamérica.
QUE a la voz de “hay que hacer de la paridad una realidad”, la ex gobernadora Amalia García, la diputada priista Ivonne Álvarez, la secretaria de Mujeres de Morena Carol Arriaga y la ex senadora María Elena Orantes, entre otras, participaron en la segunda reunión de magistradas electorales, inaugurada por Mónica Soto Fregoso.
Marcela Lagarde, antropóloga e investigadora mexicana, representante del feminismo latinoamericano, definió la “sororidad” como una alternativa o búsqueda de relaciones positivas entre mujeres que surge en un contexto machista y misógino, concepto originado de la voz inglesa sisterhood.