Por indiscreto, lo cacharon
Ante las presiones de los periodistas que señalaban que México rechazaba la existencia de un ‘acuerdo secreto’, el presidente Donald Trump volvió ayer a esgrimir la existencia de un texto que daría a conocer en cualquier momento.
Para hacer evidente la existencia de ese documento, Trump sacó un papel del bolsillo de su saco. El problema que tuvo es que, al exhibirlo, fue visible una parte de su contenido.
El texto que las fotografías mostraron dice lo siguiente (en inglés desde luego):
“Si los Estados Unidos determina, a su discreción y después de consultar con México, tras 45 días calendario después de esta declaración conjunta, que las medidas adoptadas no han logrado atender suficientemente el flujo de migrantes en la frontera sur de los Estados Unidos, el gobierno de México tomará todas las medidas necesarias bajo la ley doméstica para poner en vigor el acuerdo que será puesto en marcha después de 45 días”.
El famoso ‘acuerdo secreto’ fue revelado desde el lunes por Marcelo Ebrard, quien señaló expresamente que en 45 días habrá una evaluación. Si en la perspectiva de los Estados Unidos, no hay un cambio significativo en el flujo de migrantes, entonces tendrá que considerarse la posibilidad de medidas adicionales en cuyo caso el asunto principal es el establecimiento de un “Tercer País Seguro”.
Eso implica que México permitiría que, desde su territorio, fuera posible solicitar asilo en Estados Unidos, lo que hoy no está permitido.
La regla 235 de Acta de Inmigración y Nacionalidad, vigente desde enero, permite que los solicitantes de asilo en Estados Unidos esperen la resolución desde México. Regla que se ampliará tras el Acuerdo del viernes pasado y que ha generado controversia legal en EU.
La diferencia es que bajo el ‘acuerdo secreto’ que tanto alardea Trump y que se dio conocer desde el lunes temprano, eventualmente se modificaría la ley en México para que se pudiera solicitar asilo en EU desde México, sin necesidad de entrar al vecino del norte.
Ese es el Plan B, propuesto por los norteamericanos, si las medidas anunciadas no funcionan.
Luego de la indiscreción de Trump, se pudo observar que no hay ningún ‘acuerdo secreto’. En la foto aparece visible un par de firmas. Una de ellas es de Alejandro Celorio, Consejero Jurídico de la Cancillería, y la otra, de un funcionario de la Casa Blanca.
No hay más acuerdos que los que ya se han informado.
Trump, verá usted, va a bajarle el tono al acuerdo en los siguientes días. Por indiscreto, ya lo cacharon.
Pero el próximo martes habrá que estar preparados para tragar los sapos más grandes, pues, cuando comience ese día su campaña de reelección va a decir que los aranceles son un arma extraordinaria pues obligaron a México a hacer lo que nunca había aceptado. Y es cierto.
Ni modo, es mejor que asumamos que estamos en una relación claramente desventajosa con el gobierno de Estados Unidos y que en este momento no nos conviene pelearnos.
Hasta ahora ha jugado bien sus cartas el gobierno mexicano, dejando que sean las evidencias las que descalifiquen los juicios de Trump, que pretenden sacar ventajas electorales sin fundamento.
Pero, no hay que perder de vista que nos esperan, al menos, 16 meses con una amenaza latente y debe ser prioridad para el gobierno y las cúpulas del sector privado, aprender la manera más eficaz de lidiar con el personaje y sus desplantes.