1. Umbral de dolor. Lo que ha sufrido Norelia Hernández en esta semana sólo ella lo sabe. La madre de Norberto Ronquillo aseguró que en el secuestro y asesinato de su hijo “no todo es culpa del gobierno”. Con una mesura inusual en medio de la tormenta, afirmó que “no podemos dejarle al gobierno todo. Como ciudadanos, como padres, cada quien en nuestra casa tenemos que hacer lo propio, las autoridades por más que hagan, si todos los niños del futuro vienen sin moral, lo van a seguir haciendo, sé que hay mucha negligencia, pero se pueden cambiar las cosas”, y añadió: “No oren por mí, porque yo estoy bien… oren por las personas que tienen lastimados sus corazones, por todas esas personas que piden dinero, que trabajan de una mala manera”. Justicia es lo mínimo que se merece. Y por favor, no politicemos el asunto.
2. Legado. Hay gobiernos que detectan los problemas de fondo y actúan en consecuencia. Como Hidalgo. El gobernador Omar Fayad inauguró el parque fotovoltaico Guajiro de Atlas Renewable Energy, que producirá 300 GWh de energía anualmente, el equivalente a cubrir la demanda de 120 mil familias, que son las que habitan en Pachuca y Tulancingo, en conjunto. Día histórico para la entidad que registra el primer gran proyecto de energías renovables y, con ello, “ingresa a la agenda energética, actividad a la que se suma la formación de la Agencia Estatal de Energía, la creación de leyes y la reglamentación del tema para impulsar proyectos como éste de manera exitosa”, precisó el mandatario. La inversión fue de más de dos mil 300 mdp. Hay gobernadores que dejan huella. Otros sólo pasan.
3. Usted disculpe. Finalmente, Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, casi dio la cara. Decidió no comparecer ante un juez en relación con la compra irregular de una planta de fertilizantes en 2013, debido a que “no hay garantías” de que se respeten sus derechos. Javier Coello Trejo, su abogado, aseguró que todo indica que, si asiste a la diligencia, ahí podrían aprehenderlo. El propio Lozoya escribió una carta a la opinión pública, en la que explicó sus razones. Además, culpó a los medios de comunicación: “Ha habido una persecución mediática en mi contra desde 2017, en donde se me ha acusado, juzgado y condenado, violando en mi perjuicio los derechos humanos consagrados en la Constitución y tratados internacionales”. ¡Qué fácil escudarse tras el miedo! No fue la prensa quien lo puso bajo sospecha. ¿O sí?
4. A marchas forzadas. El canciller mexicano Marcelo Ebrard apostó por que el gobierno mexicano logrará la reducción del flujo migratorio exigida por Estados Unidos en un plazo de 45 días, fijado por el presidente Donald Trump en el acuerdo migratorio que se concretó el pasado viernes en Washington. Explicó que, por ahora, el gobierno mexicano está concentrado en las acciones y lograr resultados, “y si después de los 45 días debemos ir a negociar, lo haremos sobre temas migratorios, pero no sobre aranceles”. El funcionario se declaró confiado en que México va tener éxito en la tarea acordada con EU y que no piensa en fracasar. Histórica labor la del secretario de Relaciones Exteriores, quien va como en caballo de hacienda… y bajo presión.
5. Entercado. A Alejandro Alito Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche, no le importa dejar tirado al estado con tal de perseguir su sueño de dirigir el PRI nacional. Su prioridad dejó de ser la ciudadanía y prueba de ello es lo que publicó el estudio semanal de la Coparmex, que al analizar la deuda en los estados, sorpresa, Campeche es la entidad que más incrementó su deuda per capita en el último año. Los campechanos lo tachan de traidor, que se va para satisfacer una aspiración personal, abandonando su compromiso con los electores que en 2015 lo llevaron a la gubernatura. Se preguntan si los endeudó para pagar su campaña. Y lo más desagradable, hasta Francisco Labastida, priista de cepa, augura la extinción del PRI si Moreno vence en las elecciones. De ese tamaño el riesgo.