Pinta su raya
La nota era que el secretario de Comunicaciones y Transportes no estaba de acuerdo con el presidente López Obrador y además lo decía en voz alta y en público.
Nadie se lo esperaba. Javier Jiménez Espriú, uno de los escuderos más enjundiosos de AMLO, pintó su raya.
El presidente López Obrador sostiene los amparos que se han interpuesto para frenar la construcción del aeropuerto de Santa Lucía son promovidos “por los corruptos que tenían el negocio de la construcción del aeropuerto en Texcoco”.
El titular de la SCT, férreo defensor de la opción de Santa Lucía, dijo a los reporteros: “Yo no estoy de acuerdo con eso”.
En la noche, Jiménez Espriú se desdijo: está de acuerdo con López Obrador. Había pintado su raya con tinta invisible.
Canibalismo poblano
El Partido Acción Nacional encontró una forma para digerir su histórica derrota en Puebla: incurrir en el canibalismo.
El análisis de la derrota, según la dirigencia local, que encabeza Francisco Fraile, es que perdieron porque hubo militantes que los traicionaron y apoyaron a Morena.
Ahora están afilando los cuchillos para ajustar cuentas. Todavía no dicen nombres y apellidos de los traidores, pero Fraile ya dijo que “inclinaron su papalote a favor de los adversarios”.
A cada supuesto traidor se le abrirá un expediente, y se le notificará antes de tomar la decisión de subirlo a la hoguera partidista.
Y eso que el segundo apellido de Fraile no es Torquemada.
La jerarquía y los migrantes
Llegaron a Palacio Nacional varios señores con alzacuellos, entre ellos monseñor Rogelio Cabrera, obispo de Monterrey y actual presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Sostuvieron una reunión con el presidente López Obrador y con la secretaria Olga Sánchez. A decir del propio mandatario prevaleció un ambiente de humanismo. Seguro que sí.
El tema central fue la crisis migrante.
Los obispos están dispuestos a ayudar. Será interesante ver si el Presidente acepta el auxilio de la Iglesia o si la trata como un grupo de la malévola sociedad civil, como suele decir, que sólo quieren llevar agua a su molino.
El plantío de Cadereyta
Será porque las refinerías del país atraviesan por un periodo de vacas flacas, pero en Cadereyta encontraron una forma de mitigar las decepciones.
Ayer se detectó un plantío de mariguana dentro de las instalaciones de esa planta de Pemex ubicada muy cerca de Monterrey.
Uno supondría que por elemental medida de seguridad no se vale fumar dentro de las refinerías, que son lugares de riesgo. No se vale fumar tabaco, pero mucho menos mariguana, pues sería un viaje mágico y peligroso.
¿Como pudieron pasar desapercibidas 35 plantas de mariguana de más de un metro de altura? ¿No les pareció sospechoso ver a trabajadores riéndose de cualquier cosa?
Se investigará si el cultivo es una prestación sindical, una forma de ser amable con la naturaleza, o si refinan mejor en estado alterado.