Asfixia
Al colapsar por una semana el sistema carretero de Oaxaca, los activistas de la CNTE y sus cómplices pretendieron asfixiar al estado.
No asumieron una posición para buscar un diálogo con el gobierno; desplegaron acciones para provocar un enfrentamiento.
El tema de la aplicación en las aulas de la reforma educativa hace rato que pasó a un segundo plano.
Lo que está a la vista es un brote desestabilizador en contra de las instituciones. Es un problema de gobernabilidad.
Por eso en muchos de los bloqueos hay menos maestros que activistas de grupos sociales de incierto origen que tienen un propósito: confrontar al Estado mexicano.
¿A quién le interesa su vulnerabilidad?
Frente informativo
Lo prioritario hoy es tener información sobre lo ocurrido en Nochixtlán. Es inadmisible que un mismo emisor institucional emita versiones diferentes.
Para que la ciudadanía sepa a qué nos enfrentamos es necesario ofrecer datos duros sobre los implicados.
Identificar a plenitud a los infiltrados. Ponerles nombre y rostro es condición para consolidar la versión oficial de lo sucedido.
Los bloqueos continúan. Las acciones desestabilizadoras no cesan. Aplicar la ley no es opcional, es una obligación.
Los trágicos acontecimientos de Nochixtlán deben ser esclarecidos, pero no pueden conducir a la inmovilidad.
Los habitantes de Oaxaca no pueden ser rehenes de la CNTE.
La pausa de Beltrones
Manlio Fabio Beltrones anunció, por propia voz, su renuncia a la dirigencia nacional del PRI.
Los resultados de la elección del domingo 5 no avalaron su continuidad al frente del partido en el poder.
El sonorense planteó su renuncia como una contribución a la necesaria reflexión sobre las causas de la derrota de su partido, pero en un clima de unidad.
Que no se repartan culpas a diestra y siniestra pero que todos asuman la responsabilidad que les corresponde.
Beltrones tuvo cuidado en dejar en claro que no se va de la política, hace una pausa.
No especificó de cuánto tiempo.
Reflejos lentos
Para ofender al Presidente lo hizo de bote-pronto, tiró de primera intención.
Para enviar la carta de disculpa lo pensó varios días. De seguro le llegó una recomendación del otro lado del Atlántico que debió acatar.
El hecho, como sea, es que el obispo de Culiacán, Jonás Guerrero, envió una carta de disculpa al Presidente y su esposa por las desafortunadas declaraciones que hizo sobre la iniciativa de los matrimonios igualitarios.
La disculpa ahí queda. Más vale tarde que nunca.