QUE después del anuncio de inversión mexicana por 30 millones de dólares en El Salvador, al presidente Nayib Bukele no le quedó más que bromear con el golpe a la quijada que Andrés Manuel López Obrador le propinó de forma accidental cuando le alzó la mano en señal de triunfo, durante su encuentro en Tapachula.
“AMLO gobierna con puño de hierro”, escribió el visitante en su cuenta de Twitter, con el video y un emoticono vendado, y agregó en otro mensaje: “Eso me pasa por decirle Cabecita de Algodón”.
Vaya que se divierte el vecino.
QUE por cierto, el salvadoreño llegó casi dos horas tarde a su reunión con AMLO porque arrancó un nuevo programa de seguridad con la Policía Nacional Civil de su país, que resultó más complejo de lo que esperaba y le complicó los tiempos, pero se logró la detención de 70 personas presuntamente involucradas con el crimen organizado y así tuvo al menos algo que presumirle a su anfitrión.
QUE en áreas de la Secretaría de Hacienda, que encabeza Carlos Urzúa, estiman que sí hubo corrupción en el tema de los medicamentos y no solo un asunto de precios elevados consustancial al mercado, por lo que siguen dos vías: están dando parte a la Comisión Federal de Competencia Económica de las prácticas posiblemente monopólicas en algunas farmacéuticas, pero también en las compañías distribuidoras, que acaparaban el reparto de medicamento e incluso presionaban a algunas empresas si no se plegaban a sus condiciones.
La segunda vía es la denuncia penal contra servidores que, a sabiendas de que había sobrecostos en los fármacos, avalaban estos precios.
QUE Ricardo Monreal, coordinador de Morena, afirmó que en su partido “hay libertad” y por eso hubo senadoras (Jesusa Rodríguez, Nestora Salgado y Ana Lilia Rivera) que votaron contra el nuevo Tratado de Libre Comercio, pero dejó en claro, eso sí, que como dijo el Presidente, “cada quien debe asumir su responsabilidad”.
Por tanto, se descarta medida disciplinaria alguna.