La gran deportación
Dos semanas más y la gran deportación empezará”, escribió antier en su cuenta de Twitter el presidente Trump.
Darle demasiado crédito a la expresión o levantar muchas alarmas por ella es una forma de agrandarla, de darle realidad adicional.
Pero haríamos mal en no escucharla y en no prepararnos para responderla cabalmente conforme se vaya haciendo realidad.
Hace solo tres semanas los mexicanos y el gobierno de México podíamos hacer como que el tema migratorio centroamericano no era un problema central para nosotros, en todo caso lo era para Estados Unidos.
La ofensiva de Trump, amenazando con imponer aranceles al comercio binacional, cambió en unos días esa creencia, y nos puso a trabajar en lo que exigió.
La contención del flujo migratorio centroamericano es hoy la prioridad práctica número uno del gobierno de López Obrador.
Ha hecho muy bien MILENIO en establecer un conteo de los números que va arrojando la contención mexicana.
Según la nota de ayer, el número de migrantes detenidos o deportados venidos de Centroamérica desde el 16 de junio, en que empezó la cuenta estadunidense de nuestros rendimientos antimigratorios, es de más de 12 mil 500 personas: 10 mil 771 deportados y mil 863 detenidos.
Faltan 27 días, nos informa el diario, para que se cumplan los 45 del plazo puesto por el gobierno estadunidense para que el presidente Trump decida si hemos contenido bien o si hemos contenido mal y si establecerá o no aranceles progresivos a nuestro comercio.
La verdad sabe mal el solo hecho de escribir estas cosas, recordando las condiciones aceptadas en la materia. Peor aún cuando el proceso va mostrando sus cifras.
Las reportadas por el conteo de MILENIO indican que México va muy atrás de lo pactado, a saber, según The Washington Post, que debía deportar a unos unos 60 mil migrantes mensuales venidos de Centroamérica, unos 2 mil por día. Las cifras pueden leerse en esta misma columna de días atrás en esta misma columna (“Apretando las fronteras” 12/6/19, https://bit.ly/2MF77zs).
No sé en qué cifras está pensando el presidente Trump cuando habla de la “gran deportación”. Sé que no tenemos respuesta como gobierno ni como sociedad a la amenaza que plantea.