Cuernavaca, Mor., Por mayoría, la 54 Legislatura de Morelos abrogó la reforma que durante la gubernatura de Graco Ramírez (2012-2018) amplió el periodo de los magistrados locales de 14 a 20 años. Con la nueva modificación los jueces durarán en el cargo lo estipulado en la Constitución del estado.
La sesión ordinaria de la noche del lunes dio continuidad a la del jueves pasado, en la cual los legisladores estatales derogaron las modificaciones avaladas el 26 de enero de 2017 por afirmativa ficta, debido a que 21 ayuntamientos no se manifestaron contra el dictamen que amplió la permanencia de los jueces.
En aquella ocasión sólo se manifestaron en contra los ayuntamientos de Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Tlayacapan, Yecapixtla, Mazatepec, Jojutla, Miacatlán, Xochitepec y Zacatepec. Además, integrantes del Foro Morelense de Abogados repudiaron la reforma impulsada por el ex mandatario perredista porque los togados no serían evaluados y ello agravaría la torpe obediencia del Judicial y el Legislativo al Ejecutivo
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En un comunicado, diputados explicaron que esta acción obedeció al reclamo de la sociedad morelense ante el abuso de poder
que cometió la legislatura anterior, controlada por Graco Ramírez.
El acuerdo abrogatorio, aprobado por 16 de 20 diputados locales, deja sin efecto una norma transitoria que permitía a 22 magistrados de los tribunales Superior de Justicia, Unitario de Justicia para Adolescentes y de Justicia Administrativa permanecer en su cargo 20 años.
De esta forma, los actuales magistrados de Morelos durarán 14 años en funciones, informó el diputado del Partido del Trabajo, José Luis Galindo, quien el pasado lunes propuso el punto de acuerdo.
La reforma que iba a permitir que los magistrados pudieran ocupar su cargo durante dos décadas, fue impulsada por los entonces diputados perredistas y se aprobó en diciembre de 2016, cuando el Congreso local intentó llevar a juicio político al entonces alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Algunos diputados de oposición denunciaron entonces que Graco Ramírez quiso evitar que Blanco Bravo compitiera por la gubernatura.