HABRÁ que pedirle a Mario Delgado que comparta la dieta que está haciendo, pues en serio que la Cámara de Diputados ha dejado de ser contrapeso del Ejecutivo.
PUESTO a las órdenes de Los Pinos, el coordinador parlamentario de Morena echó mano de la aplanadora para dejar pasar una oportunidad histórica: por primera vez en la vida nacional, los diputados podían incidir en el Plan Nacional de Desarrollo... y se hicieron guajes.LO QUE aprobaron ayer es una especie de carta de buenas, muy buenas intenciones, pero carece por completo de metas, de indicadores, de objetivos, de todo aquello que se necesita para saber cuál es el destino y, sobre todo, si vamos por la ruta correcta.
Porque suena muy bonito eso de “primero los pobres”, pero si no hay un tablero para saber si las cosas están cambiando, habrá que atenerse a lo que diga el Instituto Nacional de Yo Tengo Otros Datos.
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DONDE se prendieron las alarmas fue en los cuarteles de la banca de inversión al ver la cacería de bru... perdón el exhaustivo detalle con el que Manuel Bartlett está revisando los contratos de ductos de TransCanada, IEnova y Carso.
EL AFÁN del director de CFE por deshacer los contratos de transporte de gas, que fueron concursados el sexenio pasado, ha obligado a crear escenarios en los que se anticipa que se erosione la confianza en México como destino seguro para la inversión.
A DECIR de los expertos, esos que no escuchan en Palacio Nacional, el reclamo del embajador Pierre Alarie podría ir escalando para pasar a que el ministro canadiense de Finanzas, Bill Morneau, llame a su colega Carlos Urzúa; y de ahí a que el mismísimo Justin Trudeau le haga un extrañamiento a Andrés Manuel López Obrador.
ANALISTAS e inversionistas están a la expectativa de comprobar qué tanto Bartlett es un globo de gas y qué tanto tiene realmente el respaldo del gobierno, para decidir si, de plano, recurren a instancias internacionales.
De lo que no hay duda, advierten, es que este tipo de decisiones ya afectaron la reputación de México y, por supuesto, le van a pegar al abasto de combustible en el sureste.
Tsss... dijo la fuga.
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NO HAY manera de etiquetar la cochinada que hicieron los diputados integrantes de la Comisión de Salud que reventaron la sesión en la que, por fin, se aprobaría el dictamen para el nuevo etiquetado de alimentos.
PASTOREADOS por el morenista Javier Hidalgo, de los 35 legisladores de la comisión, 11 no llegaron y seis sí estuvieron, ¡pero no firmaron!
Eso bastó para que el etiquetado fuera mandado de nuevo al cajón de los dulces y calóricos sueños.