El magnate siderúrgico mexicano Alonso Ancira, conocido como El rey del acero, saldrá de prisión en espera de su extradición a México si paga un millón de euros. El juez de la Audiencia Nacional española que lleva su caso, Santiago Pedraz, ha fijado esta cantidad a cambio de otorgarle la libertad mientras dure su procedimiento y ha establecido unas medidas cautelares como comparecer cada dos días ante el tribunal, la prohibición de salir del país y la retirada de su pasaporte, para impedir que huya de España. Ancira está acusado de corrupción y blanqueo de capitales, relacionado con la maraña de sobornos de una rama del caso Odebrecht en México. "Esto no significa, de ninguna manera, que la persona quede exonerada de los delitos de los que le acusa la Fiscalía General de México", han añadido en un comunicado las autoridades mexicanas tras darse a conocer la noticia.
El empresario, de 67 años, director de la siderúrgica Altos Hornos (AHMSA), fue detenido en Palma de Mallorca el pasado 28 de mayo por agentes de la Interpol. Había aterrizado en un avión privado procedente de Estados Unidos y según los agentes de la fiscalía mexicana, tenía previsto volar desde ahí de nuevo hacia ese país, concretamente a Maine.
Está acusado de formar parte de la trama de sobornos de Odebrecht al que fuera director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya —actualmente prófugo de la justicia mexicana, junto con su hermana Gilda Susana— durante los primeros cuatro años de Gobierno de Enrique Peña Nieto. La investigación contra Ancira, que tiene doble nacionalidad mexicana y estadounidense, se originó por una denuncia que Pemex presentó el pasado 5 de marzo "con motivo de una serie de delitos que motivaron un grave daño patrimonial a esa empresa". Los delitos que se le atribuyen están relacionados con la investigación en marcha de la venta con un supuesto sobreprecio de una planta de fertilizantes hecha a Pemex en 2013.
Según los investigadores, la venta de esa planta fue sellada con un sobreprecio de unos 500 millones de dólares por Ahmsa cuando Pemex era dirigida por Lozoya. Fuentes del Gobierno de México indicaron que la planta de fertilizantes no tenía un valor que superara los 50 millones de dólares, por lo que se considera que el sobreprecio afectó de forma negativa a Pemex, además de que todavía no funciona por estar obsoleta.
En paralelo a esta compra presuntamente fraudulenta, está la adquisición de una lujosa mansión en la capital mexicana, clave en la investigación de la versión mexicana del caso Odebrecht, en la que Ancira pudo haber participado aunque fuera de manera indirecta. La edificación, de 1.165 metros cuadrados, fue adquirida por Emilio Lozoya a finales de 2012 con dinero que las autoridades investigan como parte de los sobornos pagados por la firma brasileña, según una investigación de Mexicanos contra la Corrupción. Unos pagos, que según reconoció el directivo de Odebrecht en México, Luis Weyll, alcanzaban los 10 millones de dólares.
La relación de esa petroquímica con la casa de Lozoya en Las Lomas está, según informaron las autoridades mexicanas esta semana, en los movimientos de capital que se hicieron después de aquel acuerdo con el exdirector de Pemex. Un mes después de esta adquisición, Altos Hornos hizo una transferencia de casi cuatro millones de dólares a Grangemouth Trading Company, una empresa offshore con sede en Edimburgo (Escocia) y que servía de instrumento para canalizar los sobornos de la constructora brasileña a la élite política latinoamericana, según confesaron en sede judicial tres altos ejecutivos de la firma.
Sobre Ancira pesa una acusación muy similar a la de Lozoya, según las fichas rojas emitidas por la Interpol para ambos. Los dos, además de la hermana de Lozoya, están acusados de adquirir el inmueble con recursos de procedencia ilícita. Según los documentos a los que ha tenido acceso este diario, Emilio Lozoya, Gilda Susana Lozoya —hermana del exdirector de Pemex— y él, crearon un "elaborado esquema destinado a operar recursos ilícitos" para desarrollar "actos de corrupción" relacionados con contratos de la petrolera mexicana a cambio de la entrega de un inmueble. Los hermanos Lozoya están actualmente en paradero desconocido.
El dueño de Altos Hornos huyó de México, según la información policial, unos días antes de que se hiciera pública su orden de arresto. El rey del acero, emblema de la zona industrial del norte de México, que contaba con más de 20.000 empleados a su cargo, fue el primero de una lista de políticos y empresarios a quienes la Fiscalía mexicana está investigando, como prueba de que la persecución de los implicados en el caso Odebrecht México continuará.