En el Campo Marte
Por si quedaba alguna duda del carácter militar de la Guardia Nacional, la ceremonia de toma de protesta se llevó a cabo en el Campo Marte, que tiene en la entrada una estatua del general Joaquín Amaro, responsable de la institucionalidad del Ejército mexicano de nuestros días.
En la ceremonia el presidente López Obrador estuvo flanqueado por los titulares de la Sedena, general Sandoval González, y la Semar, almirante Ojeda Durán.
Por ahí, un paso atrás, el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo. Esto supone que el prestigio de las fuerzas armadas está vinculado al éxito o fracaso de la Guardia Nacional, que de esta manera no tiene margen de error.
La Guardia Nacional no puede fallar. El nuevo gobierno se juega demasiado.
Es injusto exigirle resultados inmediatos, pero lo apremiante de la inseguridad no deja nada para mañana, todo, en esta materia, es para hoy.
Bailongo desencadenado
Por unas horas la 4T puso el mitin de hoy en la tarde en el Zócalo en cadena nacional.
A alguien, todavía no identificado, le pareció una buena idea, un arranque de nostalgia para regresarnos a la década de los años 70 del siglo pasado. Todos obligados a ver lo que yo diga que tienen que ver. Pero el sentido común se impuso. El bailongo fue desencadenado.
Lo verán los que quieran y los que tengan que hacerlo.
No es un acto tradicional del calendario cívico, es una
fiesta nueva para recordar el día, hace un año , en que
30.1 millones de mexicanos votaron a favor de la alianza “Juntos Haremos Historia”
¿Cuántos de ellos verán el mitin? La respuesta
puede arrojar datos reveladores, no solamente
sobre el rating.
¿Y la oposición?
A un año de la jornada electoral del primero de julio, ¿qué ha sido de la oposición? Está desaparecida. Siguen noqueados. No han podido levantarse de la lona.
El PRD quedó reducido a su mínima expresión. Su bancada en el Senado conformado por tres senadores, uno de ellos Miguel Mancera es un reflejo de precaridad política, acaso irreversible.
El PAN cacarea triunfos en alcaldías importantes justo en el día en que perdió dos bastiones históricos: Baja California y Puebla.
Del PRI está en un proceso de renovación de dirigencia nacional, que muchos consideran una simulación, pues todo mundo sabe que el ex gobernador de Campeche, Alejandro Moreno será el nuevo presidente.
La fragilidad extrema de la oposición hace que nadie aproveche los errores del nuevo gobierno.
Campaña en México
Buena parte de la campaña presidencial de los Estados Unidos se desarrollará en México con el tema de los migrantes centroamericanos.
De hecho no hay que hablar en futuro, la campaña ya se desarrolla en México, en ambas fronteras.
Ayer Beto O´Rourke, un político texano que va por la candidatura demócrata estuvo en un albergue en Ciudad Juárez, haciendo campaña en México. Vendrán otros.
La cuestión es cómo aprovechar ese interés desmesurado de los políticos norteamericanos para defender mejor nuestros intereses. Puede haber una oportunidad.