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PEPE GRILLO

Carta sísmica

La carta de renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda fue como enfrentar un terremoto político sin alerta previa.

En cuestión de minutos los indicadores comenzaron a moverse aunque, una vez pasada la sacudida inicial, se estabilizaron.

El desconcierto estuvo sincronizado al contenido de la carta y por el hecho de que Urzúa se adelantó al Presidente al dar la noticia y exponer las razones de su dimisión.

Los primeros señalamientos se dirigieron a la Oficial Mayor, Raquel Buenrostro, quien con frecuencia, se dice, acordaba asuntos relevantes de Hacienda directamente con el presidente López Obrador y sólo después se los comentaban, no siempre, a Urzúa, que era titular de la dependencia y despachaba  en la oficina de al lado.

 

Tarde de especulaciones

El exsecretario Urzúa bosqueja en su carta perfiles de los causantes de  su  renuncia pero no dice nombre y apellido, lo que derivó en una tarde plagada de especulaciones.

Habla, por ejemplo, de imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública promovidos por personajes influyentes con patente conflicto de interés.

En el pasaje en el que se refiere a que la política económica debe estar libre de extremismos, las miradas se dirigieron otros despachos. Las especulaciones  desgastan y confunden.

Sería de gran ayuda que ahora que tiene más tiempo libre, Urzúa identifique a plenitud a los destinatarios de sus alusiones. Sería un servicio  a la patria.

 

Apagafuegos

El nombramiento de Arturo Herrera como nuevo secretario de Hacienda tuvo la virtud de tranquilizar a los mercados. Apagó el fuego de inmediato y generó parabienes entre la comunidad empresarial.

Es un economista de buena reputación, que domina el oficio. No habrá improvisaciones. Enfrenta un reto enorme pues las condiciones que condujeron a la renuncia de Urzúa no cambian, incluso podrían agudizarse.

Con Herrera ocurrió algo curioso cuando era subsecretario. Un par de veces ha sido desmentido y corregido en público por el presidente López Obrador, lo que dio lugar a que ciertos comentaristas consideraran inminente su renuncia.

Nada de eso. Sucedió justo lo contrario. Herrera fue ascendido a titular de Hacienda y Crédito Público. Habrá que desearle mucha suerte.

 

La salida de la liquidación

Las movilizaciones de los agentes de la Policía Federal, corporación que está en vías de desaparecer, dieron fruto.

No el que esperaban, es cierto, pero sí mucho mejor al ofrecimiento inicial del gobierno.

En lugar del finiquito tendrán derecho a una liquidación de ley pues la entidad pública en la que prestaban sus servicios desaparece. La mayoría de los elementos van por esta opción.

La pregunta ahora es cómo aprovechar su capacitación en áreas estratégicas como la ciberseguridad o las operaciones encubiertas en el ámbito de la trata de personas. No estamos sobrados de policías profesionales, hay que encontrarles lugar.

 

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Ámbito: 
Nacional