El uso faccioso de Notimex delata una obviedad que escandaliza: la descarada conversión de una institución informativa del Estado en un vulgar medio de golpeteo político y propaganda gubernamental. Son ya varios los despachos en que muestra los calzones cochinos al hacer, no de la información, sino del activismo oficioso, su giro principal. A mediados de mayo, por ejemplo, al ocuparse de la presentación de los volúmenes 1 y 2 de La ciudad oculta, de Héctor de Mauleón, difundió esta marranada: Bostezos de decepción entre el público. Aun así, tuvo que escuchar al presentador decir que ‘es una prosa nítida, seria y absolutamente bien hecha porque este autor investiga todo lo que escribe’. Cuando parecía que la miel se había agotado, vino una comparación más que dejó atónitos, pasmados y boquiabiertos a los asistentes (que se dijera que el autor pertenece a la estirpe de Artemio de Valle Arizpe, Luis González Obregón y José María Marroqui).
La descomposición de la agencia hiede cuando su dicotómica directora (en su cuenta “personal”), Sanjuana Martínez, la emprende contra quienes critican su desaseado desempeño, comenzando por su ofendido “acosador profesional” Héctor de Mauleón (siguiendo con Joaquín López-Dóriga, León Krauze, Gabriel Guerra y los que se acumulen).
Hace tres semanas Notimex disparó contra el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y un grupo nutrido de creadores. En el texto se denunció al escritor Fabio Morábito por haber recibido becas del Fonca en seis ocasiones. Para cometer la canallada, a la agencia no le importó que unos días antes la secretaria federal de Cultura, Alejandra Frausto, había posado junto al autor que había sido reconocido con el Premio Xavier Villaurrutia.
En su cuenta “personal” de Twitter, la directora promocionó así tal ruindad: ¿Te has preguntado quiénes son los creadores que llevan 18 años recibiendo la beca del Fonca? Aquí una gran investigación de Irma Gallo. Los estímulos del Fonca: entre la opacidad y el despilfarro.
La tendenciosa nota, que armonizó con la declaración de la senadora por Morena, Jesusa Rodríguez, en el sentido de que el Fonca debiera desaparecer (pese a que ella misma fue alguna vez beneficiaria de una beca), cepilló a varios otros artistas como probables responsables de una ilegalidad.
En la lista de criminalizados (en realidad comprende los 15 años recientes), figuran Alberto Ruy-Sánchez, Christopher Domínguez, David Huerta, Elsa Cross, Fabio Morábito, Francisco Hinojosa y Alberto Castro Leñero.
Al igual que otros intelectuales, el escritor Rafael Pérez Gay expresó su lógica indignación y recordó además que Octavio Paz impulsó la idea de que el Estado, a través del gobierno, está obligado a apoyar la cultura.
¿Notimex le pondrá tache post mortem a esa gloria universal y excepcional orgullo de México…?