El día de los comicios tuvieron que capotear la porno-vomitiva conducta de su camarada Lady Champán, Alejandra León Gastélum, embriagándose en una piquera y posando su grotesca figura con repulsiva exhibición de sus partes nada pudendas para celebrar que se hizo de una senaduría por el partido que fundó Andrés Manuel López Obrador y en el que tanto se apela a la moral.
Al inexplicable pero inminente mandamás de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, debiera bastarle la opinión de la persona a quien le debe el hueso, el Presidente de la República, y condenar la porquería "legal" que hicieron casi todos los igualmente inexplicables diputados locales para prolongar a cinco el mandato de dos años por el que votó el electorado.
El viernes en Tepic, un reportero le planteó a López Obrador:
—Si lo hubieran consultado, ¿qué les hubiera dicho?
—Que no —repuso AMLO—, pero esas cosas a mí no me las consultan, ¿cómo me van a consultar eso…?
La reforma a la Constitución estatal se aprobó a pesar de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió (29 de mayo, sus sentencias son inapelables) que la nueva gubernatura se mantendría por solo dos años (algo así pero sin hacerla de tos ocurrió con Miguel Ángel Yúnes en Veracruz para empalmar en fechas con las elecciones federales).
El cínico Bonilla dice no saber nada porque “soy ingeniero” y balbucea: Legislativo y Ejecutivo son poderes separados, pero los diputados “son quienes realmente representan a la población y seguramente analizaron el asunto, y optaron por lo que nosotros entendemos que es una corrección”. Cobarde. Beneficiario del botín, quiere lavarse las manos: “Es un tema de los legisladores. Ellos son los que están insistiendo. Yo estoy en lo mío, en la transición, y ni siquiera lo tenía como tema…”.
Ajá.
Fueron 21, de un total de 25, los diputados que avalaron el atropello promovido por uno de los tristes tres legisladores de Morena. La aberración se consumó con el apoyo de 18 falsos “opositores” de PRI, PAN y PRD. Tal desproporción solo se explica por el soborno que, según los conocedores, osciló entre 500 mil y un millón de dólares por mano alzada.
El profesor de Derecho y fundador de Morena en el estado, Daniel Solorio Ramírez, describió la conducta de Bonilla y su pandilla como “tramposa” y “moralmente” condenable. Pretende, ironizó, huachicolear a los bajacalifornianos. Otros morenianos tan contrastantes como Gerardo Fernández Noroya y Porfirio Muñoz Ledo (éste pide la desaparición de poderes) reprueban el miserable atraco…