1. El desesperado es otro. Con el video de Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, en el que revela un montaje en su aprehensión, Miguel Ángel Osorio Chong quedó al descubierto. Todos los sectores se pronunciaron. La Dirección Nacional del PRD, integrada por Adriana Díaz, Ángel Ávila, Karen Quiroga, Fernando Belaunzarán, entre otros, afirmó que el reconocimiento de una conspiración en dependencias federales es muy grave. Osorio se defiende diciendo que Duarte “es un corrupto desesperado que está buscando evadir la responsabilidad de sus actos”. Lo dice el exmandatario de Hidalgo, con amplio historial y ahora entre la espada y la pared. Él no aporta pruebas, sólo niega. Duarte tiene un video… y seguro algo más. Jaque.
2. Bonanza. Emilio Lozoya acumula delitos. Según datos judiciales, la Fiscalía General de la República imputó al exdirector de Pemex asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho por el caso Odebrecht. La FGR reveló que la compra de una casa en Ixtapa realizada por la esposa del exfuncionario derivó de un soborno que, según las investigaciones, pagó el dueño de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, detenido en España. Tres delitos con los que, bien investigados, y con sus respectivas carpetas de investigación, se tiene para pasar el resto de su vida en la cárcel. Lozoya, Juan Collado, el abogado de los poderosos... ¿quién sigue? Creían que el imperio nunca iba a caer y se derrumba día a día. Nadie saldrá sin llagas.
3. Fuertes declaraciones. Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX, reveló que hubo un desfalco al erario cometido por tres funcionarios de la pasada administración que asciende a 190 millones 24 mil 307 pesos, y se realizó un mes antes de las elecciones de 2018. El viejo truco: pagaron los servicios y las obras que tuvo que realizar una empresa no registrada en los proveedores de empresas del gobierno. No se fue limpia la administración de Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno. La Contraloría General capitalina analiza otros en donde también hubo malversación de recursos y la entrega de permisos fuera de la ley. En todas las secretarías tienen irregularidades. Parece que es momento de olvidar la promesa de comenzar de cero y enjuiciar a quien se lo haya ganado. Ni perdón ni olvido.
4. Nada les gusta. Tras el anuncio del Plan de Negocios de Pemex, se generó controversia en la Cámara de Diputados. Mientras Morena afirmó que es la “medida que esperábamos desde hace muchos años”, en la bancada del PRD señalaron que es “una aspirina que no va a resolver la grave enfermedad” de la petrolera. El diputado morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, dijo que la estrategia liberará a Pemex de “una carga fiscal inmensamente grande que lo tenía atado para desplegarse como una gran empresa a nivel internacional”. Pero la bancada del PRD apuntó que le falta una visión más integral que se reduce “a un simple rescate de un billón de pesos”. Los inconformes de siempre preferirían a la empresa toda agujereada de mangueras para robarse el petróleo, así como lo dejaron. ¿Nada les parece?
5. Va por Pemex. Durante décadas, los mexicanos crecimos pensando que todos éramos dueños de la empresa petrolera; así nos lo vendieron. Ya vemos que no. Pero todos los esfuerzos que se hagan por sanear a la madre de todas las empresas corruptas, son válidos y merecen respeto. Al comparecer en la Cámara de Diputados, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien fue ratificado, afirmó que ante la caída a la mitad de la producción petrolera en los últimos 14 años, “nos toca ahora apoyar a Pemex”. Ante los señalamientos críticos de los legisladores de oposición de que es el Ejecutivo Federal quien conduce la política del ramo, el funcionario defendió las coincidencias que tiene con el presidente López Obrador, a quien describió como un interlocutor siempre dispuesto a escuchar. Viene un crecimiento incluyente, es decir, ahora sí habrá para todos. ¡Ya era hora!