La dependencia federal avaló la construcción del proyecto aeroportuario pero interpuso una serie de condiciones como mitigar el impacto ambiental y proteger a las especies en riesgo que habitan el lugar
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó el proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía para un periodo de operación de 50 años, pero a cambio interpuso 16 condiciones para mitigar el impacto ambiental.
La secretaría federal alertó que por la construcción se tendrá que cambiar el uso de suelo de más de 17 mil hectáreas de pastizales, se talarán 6 mil 884 árboles, entre ellos 38 cedros blancos con categoría de protección especial y reportó la presencia de especies de fauna con categoría de riesgo.
Para mitigar los efectos, los constructores deberán de llevar a cabo un programa de rescate y reubicación de flora, conservación y manejo de fauna silvestre, programa de monitoreo anual de aves y un programa de restauración ambiental.
Para combatir la falta de agua, la Semarnat pidió la compra de aguas tratadas, recarga artificial de acuífero mediante pozos de inyección y la construcción de seis plantas de tratamiento de aguas residuales.
También, se deberán de instalar barreras de sonido en las pistas y tendrán que utilizar energías limpias para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Peligran especies por Santa Lucía
La área de impacto del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles en Santa Lucía (AISL) podría afectar a 29 especies animales que se encuentran en peligro de extinción, amenazadas o en protección especial, detalla el informe final de manifestación de impacto ambiental elaborado por la Escuela Militar de Ingenieros y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Bibliográficamente en el Sistema de Ambiente Regional de Influencia Directa (SAR), se detectaron dichas especies entre las que se encuentra la rana de Tláloc, un anfibio en peligro de extinción y endémico de la región
Además se detectaron mamíferos como el ratón arbustero, la tuza de merriam, el murciélago magueyero; aves como el pato de collar y el pato real y anfibios como la culebra sorda mexicana, la lagartija cornuda de montaña y la culebra de agua nómada, todas ellas clasificadas como especies amenazadas.
Durante el trabajo de campo, las dependencias encargadas del estudio, solamente pudieron identificar a cinco especies amenazadas y con protección especial: el gavilán pecho canela, la aguililla de Swainson, el zambullidor menor y la culebra sorda mexicana. Todas ellas localizadas dentro del SAR.
En la área del proyecto, solamente se realizaron estudios para identificar a mamíferos, dejando de lado a las aves y a los anfibios. Aún así, se pudo detectar dentro de la zona de construcción del nuevo aeropuerto una especie amenazada y endémica del lugar, el ratón arbustero.