EN LA LISTA de adversarios de la Cuarta Transformación hay que anotar a la necia realidad que se obstina en contradecir el discurso presidencial con otros datos (los buenos). La Comisión Federal de Electricidad se ufanaba de que no habría apagones... ¡y sí los hay!
LA GENTE de Manuel Bartlett simple y sencillamente se tapó los oídos ante las advertencias de los expertos, de la Comisión Reguladora de Energía, del Centro Nacional de Control de Energía y de la propia iniciativa privada. Se les dijo, se les previno: no hay suficiente capacidad para enfrentar la alta demanda del verano.
PERO en la CFE les valió: cancelaron proyectos, volvieron al carbón, despedazaron organismos autónomos, se pelearon con contratistas y pospusieron inversiones. ¿Y ahora quién es el culpable de los apagones? Obviamente, dice Bartlett que... ¡los gobiernos anteriores!
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¡RÁPIDO! Traigan una calculadora, pues el diputado local Carlos Castillo no sabe contar ni siquiera hasta diez. Como presidente de la Comisión de Transparencia presentó un dictamen en el que se avalan los nombramientos del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción, por siete votos en favor y tres en contra.
PERO, el verdadero dictamen obtuvo una votación de cinco votos en favor y cinco en contra. Y hasta hay video del asunto, pero Castillo manipuló las cosas para que, al final, las designaciones quedaran aprobadas. Y ese es el responsable de la transparencia en el Congreso de la CDMX. ¡Qué tal!
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A VER a cómo está el kilo de congruencia de Morena: luego de aprobar en Tabasco una ley que prohíbe marchas y plantones en obras y avenidas, supuestamente para garantizar el libre tránsito... ¿cómo para cuándo harán lo mismo en la Ciudad de México?
NO ES QUE la capital necesite una "Ley Garrote", pero si ya el partido de AMLO en serio le interesa más la movilidad que la movilización, podrían aplicar el mismo principio en las ciudades que más padecen las marchas, manifestaciones y plantones.
PORQUE ni modo de pensar que esa ley sólo se aplicará en Tabasco para inhibir a quienes tengan el atrevimiento de oponerse a las obras emblemáticas del sexenio como la refinería en Dos Bocas y el Tren Maya. Porque las cosas ya cambiaron, ¿o es puro cuento?
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POR CIERTO que ahora sí Tabasco es un edén, pues si se le pregunta a cualquier tabasqueño cómo van las cosas con el gobierno de Adán Augusto López, sin duda responderá: "No me puedo quejar". Y no por gusto, sino... ¡por ley!