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DUDA RAZONABLE

Cárceles, Poder Judicial, "El Cuini" y "El Menchito"

Las cárceles del país son un desastre.

Lo han sido hace mucho tiempo, no hay transformación de cualquier numeral que logre que sean diferentes. Lo son, entre otras cosas, porque no hay rédito político alguno en invertir tiempo, talento y recursos en los encarcelados. Menos en estos tiempos de populismo penal en que se cree, equivocadamente, que todo se arregla con más cárcel para cualquier delito. En esa narrativa, la cárcel es el infierno, que para la mayoría lo es, y así tiene que seguir siendo.

Para otros, los menos, por supuesto, es el paraíso, tal como lo describe Miguel Leone a una mujer venezolana para que visite a su cliente Abigael González Valencia, El Cuini, en los audios que hemos dado a conocer en MILENIO en estos días. Meseros, chefs, habitaciones privadas con lujos, visitas de mujeres hermosas.

Para nadie es noticia que buena parte de nuestros reclusorios son administrados por los internos. Y a más poder y dinero del interno, pues más control. Y por eso pocas cosas importan más a un reo poderoso como en qué penal estará cumpliendo su sentencia o esperando su proceso. Y eso se logra con abogados, con amparos, y con decisiones del Poder Judicial.

Los dos presos más famosos relacionados con el cártel de Jalisco llevan semanas en esa bronca.

Un video que circuló en redes de un grupo delincuencial rival anunció que tanto González Valencia como Rubén Oseguera González, El Menchito, planeaban escaparse de las prisiones donde estaban. Algo sabrían las autoridades que se apuraron a mudarlos y algo sabrían los reos que se ampararon para no ser mudados.

Ambos obtuvieron suspensiones temporales, pero fueron trasladados a otros penales momentos antes de que formalmente se les “notificara”. La jueza que dio la suspensión a El Cuini ha dado tres días a las autoridades federales para que lo regresen al Norte de la Ciudad de México.

Hace unos años, un director de penales federales me dijo que su trabajo y el de su dependencia era sobre todo ese: horas y horas combatiendo en las cortes que los reos poderosos no estuvieran donde ellos quieren. En su “paraíso”, pues, diría Leone.

Confieso que no tengo idea de por dónde habría que empezar para cambiar esto.

No creo que a alguien que importe, le importe.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional