En lo que nos hemos convertido…
Porque habría que publicarlo miles de veces, va otra vez el boletín de la Casa del Migrante de Saltillo de ayer a primera hora:
“El día de ayer, al menos diez personas migrantes entre ellas familias con niños, niñas y adolescentes, se despidieron del equipo de la casa del Migrante de Saltillo con la firme intención de tomar el ferrocarril e intentar llegar hacia Estados Unidos.
“La noche de este 31 de julio, mientras esperaban el tren a escaso kilómetro y medio de la Casa del Migrante de Saltillo, fueron sorprendidos por un operativo conjunto entre agentes del Instituto Nacional de Migración, la Policía Federal y presuntamente por elementos del Grupo de Operaciones Especiales del Estado de Coahuila, quienes empezaron a perseguirles logrando detener a varios de ellos y ellas, entre estas a una niña con su madre a quien de manera por demás cruel separaron de su bebé de aproximadamente 2 años de edad, el cual fue escondido por las demás personas migrantes en una tienda para proteger su vida una vez que asumieron que, elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Coahuila les estaban disparando a matar.
“Un padre salvadoreño, del que por resguardo a sus datos personales omitimos su nombre, corrió al lado de su pequeña hija de 8 años, quien presenció como cayó asesinado por elementos de la Fiscalía de Coahuila.
“La persecución de personas migrantes en México ha llegado a un extremo insostenible, exigimos un alto a la crueldad institucional que está cobrando vidas, dejando en la orfandad a niños y niñas, separación familiar y un sinfín de sufrimientos provocados por el Estado mexicano y sus instituciones”.
La Fiscalía de Coahuila salió a decir que el migrante iba armado, la Secretaría de Seguridad federal dijo que ellos no tuvieron nada que ver.
Pasé unos 10 años de mi carrera periodística cubriendo este tipo de barbaridades. En Estados Unidos y contra migrantes mexicanos. Cuando se conocían, la cancillería emitía un comunicado condenatorio, nuestra embajada y consulados se movilizaban.
Pasaba algo. Alguien se indignaba.
Ayer, un estado y la Federación se lavaron las manos.
México, agosto de 2019. Eso sí, ni un pinche arancel.
@puigcarlos