VAYA, VAYA, a ver si no termina revirtiéndosele a Olga Sánchez Cordero su idea de “dialogar” con grupos paramilitares.
Y es que en Guerrero, por ejemplo, ya salió el arzobispo de Chilpancingo a decir que en ese diálogo también se debe incluir a las bandas del crimen organizado.
Y LO GRAVE es que monseñor Salvador Rangel no habla por hablar pues, según reveló, él mismo se reunió en las últimas semanas con jefes de cuatro cárteles que operan en la zona, incluido el temido líder de “Los Rojos”, Santiago Mazari “El Carrete”, poco antes de su detención en julio.
ESA ES una de las dudas claves del proceso que se supone quieren llevar a cabo en Gobernación: ¿con quién diablos se van a sentar a platicar?
No en balde gobernadores como el michoacano Silvano Aureoles advirtieron que se estaba trayendo a la mesa a auténticos delincuentes, no a activistas sociales.
DADO QUE a veces resulta borrosa la línea que separa a los llamados autodefensas de los ejércitos del narco, no vaya a ser que Sánchez Cordero termine abrazada del lobo.
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FALTAN sólo dos semanas para que se cumplan los 90 días de plazo que acordaron México y Estados Unidos para frenar el flujo migratorio.
Y si se atienen a cómo han bajado los números, Washington tendría que tirar al bote de la basura su amenaza de los aranceles.
Habrá que estar muy al pendiente de la evaluación que hagan.
EN DONDE no hay cambio es en la negativa de Marcelo Ebrard para que México adopte la figura de tercer país seguro, como pretende el gobierno de Donald Trump.
Según cuentan, ahí sí van a topar con muro los gringos, pues inclusive hasta los partidos de oposición en ese tema han hecho frente común con la Cancillería.
PERO, BUENO, con Trump todo puede pasar y a ver si no sale ahora con que quiere que le vendan Groenlandia... ¡y que México pague!
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YA HAY otra víctima de la austeridad mal entendida de este gobierno: ¡la aviación comercial! Resulta que la SCT de un plumazo eliminó a los médicos externos (llamados terceros autorizados) que realizaban las evaluaciones obligatorias a pilotos y sobrecargos.
LA IDEA es que sea el personal médico de la dependencia el que haga esos exámenes, pero el problema es que nomás no se dan abasto, pues también tienen que atender a los conductores con licencia federal.
Y como el personal aéreo no puede volar sin la certificación médica, el líder del sindicato de sobrecargos, Ricardo del Valle, anda buscando por todos lados a Javier Jiménez Espriú para explicarle cuáles son las salidas de emergencia a la crisis que está por despegar.