La apuesta fallida
Los gobernadores panistas se convirtieron en un factor de peso en las decisiones que toman los legisladores federales azules sobre todo en la Cámara de Diputados, y por ello buscaron influir en la designación del posible presidente de la Mesa Directiva, una posición que le corresponde, por acuerdos, al PAN. Los mandatarios impulsaron hasta el último momento a Jorge Luis Preciado para que presidiera la Cámara durante todo el año legislativo, sin embargo, al final se impuso la propuesta de la mayoría de los legisladores, y del presidente nacional Marko Cortés, para que sean Laura Rojas y Xavier Azuara quienes ocupen durante 6 meses cada uno el cargo. Con las negociaciones tan tensas con la bancada de Morena, el intento de imposición de Preciado dificultaba el acuerdo, por lo que ahora esperan que Mario Delgado mantenga el pacto y que Laura Rojas encabece la Mesa Directiva a partir del 1 de septiembre.
Limbo perredista
Lo que sucede en el PRD ya hace bastante tiempo que tomó tintes de drama, por ello la salida de una exdirigente nacional y uno de sus políticos más prometedores en los últimos tiempos no sorprendió a nadie. Pero, para los que se quedan, llama la atención que el Sol Azteca hoy está en manos de un ex jefe de Gobierno que nunca se afilió al PRD, de un grupo que llevó al perredismo a la crisis en la que hoy vive, de otro grupo que quiere desaparecer al partido, de una dirigencia nacional extraordinaria que no se sabe que intereses defiende. Y por si fuera poco, rodeado de un grupo de exmilitantes de otros partidos que quieren servirse de los despojos que quedan.
Vientos de cambio
No es secreto que con la llegada de Alejandro Moreno Cárdenas a la presidencia del CEN del PRI comenzaría una nueva ola de cambios, muchos de ellos perfilados hacia la renovación de la imagen pública de la organización con la intención de mejorar su lacerada reputación. Sin embargo, se rumora que muchos de esos estímulos serán aplicados en el área digital y la comunicación del partido, en lo que se perfilan como campañas con caras nuevas y un discurso enfocado al “nuevo PRI”. Al interior de la organización, ya se perciben los primeros intentos de acercar a una nueva generación de reclutas al partido tricolor.